Exposición del material robado en domicilios de Artà. | Assumpta Bassa

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«Me pareció ver un lindo Gatito». La 'operación Silvestre' (homenaje al famoso gato de los dibujos animados) se ha saldado con la detención de dos voraces delincuentes que robaron en más de 60 casas de Artà, Capdepera, Canyamel, Cala Mesquida, Colònia de Sant Pere, Sant Llorenç y Son Servera.

Desde el pasado verano, la Guardia Civil advirtió un incremento importante en el número de asalto a casas aisladas de esas zonas, que casi siempre tenían un denominador común: eran propiedad de ciudadanos extranjeros. Muchos de ellos, pues, descubrían el robo días después de cometerse y casi no podían aportar datos en su declaración.

Sin embargo, no todo iban a ser malas noticias. Poco después, los investigadores detectaron que un delincuente habitual de Cala Rajada que alquilaba continuamente coches de pequeña gama de rent a car. El dato no habría sido sospechoso de no ser porque el ladrón poseía un coche habitual que funcionaba perfectamente. El pasado día 28, un vecina de Artà vio al hampón salir por una ventana de la casa y avisó a la Guardia Civil. Los hechos se precipitaron y poco después fueron arrestados los dos implicados, de 23 y 30 años. En la casa de uno de ellos almacenaban televisores, joyas, armas, ordenadores, telescopios, prismáticos, videojuegos y otros efectos. «Es cierto, es cierto. Sí, vi un lindo gatito».