El Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la investigación sobre el atraco en el chalet de Can Pastilla. | Alejandro Sepúlveda

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Dos delincuentes encapuchados y armados asaltaron hace unos días a dos mujeres de avanzada edad que viven en un chalet de Can Pastillas y tras desvalijarlas las dejaron amordazadas toda la noche.

El Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de la investigación y de momento no se han practicado detenciones, aunque los investigadores barajan varias líneas de actuación que podrían dar sus frutos en los próximos días.

Todo apunta a que los dos hampones habían sometido a vigilancia el chalet de Can Pastilla, para conocer el horario de las moradoras y sus costumbres.

Asalto

Así pues, tras conocer los movimientos de la casa, los dos ladrones esperaron el momento oportuno para entrar. Sabían que podían colarse por uno de los accesos y por la noche irrumpieron en el interior. Cubrían su rostro con capuchas y su aparición dejó aterrorizadas a las dos señoras, que son de avanzada edad y al parecer tienen relación de parentesco.

A continuación, las amenazaron con una navaja y les indicaron que les entregaran todo el dinero o los objetos de valor que había en esos momentos en la vivienda. Parece ser que los dos atracadores esperaban encontrar un botín superior al que finalmente se llevaron, que consistió en joyas valoradas entre 4.000 y 5.000 euros y otros 300 euros en efectivo. Antes de huir, la pareja de ladrones amordazó a las dos mujeres, para que no pudieran dar la voz de alarma. La policía sospecha que tenían aparcado un vehículo en las inmediaciones de Can Pastilla, con el que se marcharon en dirección desconocida.

Hasta las nueve de la mañana del día siguiente no se descubrió lo ocurrido, por lo que las dos víctimas pasaron toda la noche atadas y con una mordaza, para que no pudieran gritar. El atraco se descubrió cuando un familiar se presentó en la casa y avisó enseguida al 112.

Inspección

Los agentes del Grupo de Atracos tomaron declaración a las dos señoras, que estaban muy afectadas, y la Policía Científica registró la casa, en busca de huellas o indicios de los ladrones. Otros agentes se entrevistaron con vecinos de la zona, por si habían visto a sospechosos merodeando por los alrededores en los últimos días. También se interesaron por si alguien había reparado en un coche o una moto que despertara sospechas. Al cierre de esta edición, no se habían practicado detenciones.