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Un juzgado de Palma ha impuesto una condena de dos años y medio de prisión a una mujer que desveló las conversaciones eróticas que mantenía su marido con otros hombres en el ordenador de la vivienda familiar. La pena, que es de obligado cumplimiento, lleva a que el magistrado que la impone solicite en el fallo que el Gobierno indulte a la acusada, tal y como pidió en el juicio la acusación particular, ejercida por el letrado Jaime Campaner.

Los hechos se remontan a principios del año 2011. Según considera probada la sentencia -que aún no es firme- la mujer sacó del ordenador varios chats. Se trataba de un aparato de sobremesa que utilizaban los dos. Los archivos con los que se hizo reflejaban conversaciones eróticas que el hombre mantenía con terceras personas con las que quedaba para mantener relaciones.

La acusada entregó las conversaciones impresas a la abogada que le representaba en un procedimiento de separación y ésta los llevó al Juzgado de Familia. La sentencia absuelve a la letrada porque asegura que no hay pruebas de que supiera que su clienta los había obtenido de forma ilícita.

Para acceder a las conversaciones, la acusada no tuvo que utilizar ningún tipo de contraseña. No obstante, la sentencia recuerda que se trata de un delito, «lo que se sanciona es el apoderamiento de los documentos, estén bajo llave o al alcance del infractor».

El magistrado recuerda que lo que se perseguía al desvelar este comportamiento era perjudicar a su hasta entonces marido. Las conversaciones estaban destinadas a un procedimiento en el que la víctima reclamaba la custodia compartida de sus hijos. La mujer quería acreditar el desordenado comportamiento sexual de éste.

La mujer afirmó en el juicio que el acusado le dio las conversaciones porque quería convencerla para mantener un trío. El juez descarta este extremo ya que el hombre mantuvo ocultas durante un año las conversaciones.

Junto a la pena de prisión, el juez impone a la acusada una multa de más de 3.000 euros y el pago de 300 como indemnización a su marido. Sobre el fallo, el juez justifica la petición del indulto ante «lo elevado y desproporcionado de las penas».