La Guardia Civil tenía anoche la casa de Canyamel precintada y buscaba indicios sobre Gisele von Stein, la mujer desaparecida. | Alejandro Sepúlveda

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«Que no busquen más, mi mujer está enterrada en el jardín de la casa». Un residente alemán de Canyamel (Capdepera), de unos 66 años, confesó ayer tarde el paradero de su esposa, de la que no se tienen noticias desde el 14 de agosto. Después, se dio a la fuga. La Policía Judicial de la Guardia Civil estaba volcada anoche en el caso y registraba la vivienda del matrimonio.

Gisele von Stein, que tiene la misma edad que su esposo, desapareció de forma misteriosa en pleno verano y su marido siempre sostuvo que no sabía nada de ella ni adónde había ido.

Sin embargo, algunos detalles de su declaración y sobre todo su comportamiento llamaron la atención de los investigadores de la Policía Judicial de Manacor. El alemán se marchó de viaje a Singapur a los tres días de la desaparición, lo que extrañó sobremanera a los agentes. Durante este tiempo, la Guardia Civil intentó contactar con él para tomarle una nueva declaración, pero la distancia física impedía el encuentro.

Finalmente, ayer, Alex regresó a Mallorca y la intérprete contactó con él para comunicarle que debían volver al cuartel, para un nuevo interrogatorio. Fue entonces cuando realizó su confesión espontánea: «Que no busquen más, mi mujer está enterrada en el jardín». Luego añadió que la había encontrado muerta en casa, que él no la había matado.

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La traductora contactó con la Benemérita y enseguida los agentes buscaron al sospechoso, que se dio a la fuga. Un mando solicitó al juzgado de guardia de Manacor una orden de entrada y registro en la casa.

Al cierre de esta edición, numerosos especialistas de la Policía Científica y del Grupo de Homicidios registraban la casa y el jardín. El principal problema era la ausencia de luz, lo que complicaba las tareas. Los agentes tenían previsto aplazar hasta mañana por la mañana las excavaciones y también se barajaba la posibilidad de utilizar perros adiestrados en la búsqueda.

Fuga

La Guardia Civil averiguó ayer que Alex, el marido de Gisele, había acudido antes de esfumarse a una sucursal de la Banca March, donde había sacado todo el dinero y las joyas que guardaba en el banco. Este detalle hace pensar a los investigadores que la confesión espontánea que realizó es verídica y que tiene intención de eludir la acción de la Justicia. El residente alemán ha sido puesto en situación de busca y captura y ahora se rastrea si acudió al aeropuerto.