Agentes del CNP conducen ante el juez al detenido como presunto autor de un atropello con fuga. | Alejandro Sepúlveda

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«Me escapé por miedo. Estaba muy asustado». Enrique N.R., el conductor de 22 años que arrolló a una mujer en un paso cebra de la calle Manacor y la dejó en estado crítico, se entregó ayer por la mañana en el cuartel de San Fernando. Por la tarde, el joven fue trasladado ante el juez de guardia, que lo envió a prisión.

Sobre las nueve de la mañana, tal y como estaba previsto desde el día antes, el muchacho se entregó al 092, acompañado de su abogado. A continuación, fue interrogado sobre los hechos ocurridos en la noche del domingo y reconoció que él conducía el BMW que arrolló a la señora y se dio a la fuga.

Declaración

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Enrique N., que contaba con un antecedente policial por consumo de estupefacientes en vía pública, explicó que se había dado a la fuga porque se había bloqueado y tenía mucho miedo de lo que le podía pasar.

La Policía Local, sin embargo, ha descubierto que el conductor sí se detuvo segundos después del atropello. Aparcó el coche junto a unos contenedores y se acercó a la mujer, que estaba tendida en la calzada, al borde de la muerte. Acto seguido volvió al deportivo, donde le esperaban sus dos amigos, y arrancó a toda velocidad. Esa noche, escondió el coche en el garaje de la casa de su familia, en la calle Eusebio Estada. Sin embargo, poco después la Policía Local encontró el coche y lo precintó.

El turismo tenía el cristal delantero destrozado y le faltaba un espejo retrovisor y la rejilla delantera de BMW, que precisamente se cayeron tras el impacto en la calle Manacor.

Durante dos días, el acusado parece ser que se escondió en una casa de Artà, mientras su abogado trataba de negociar su entrega al 092. Ayer, tras su detención, el joven fue trasladado a los juzgados de Vía Alemania y el juez le tomó declaració. Después, ordenó su ingreso en prisión. La mujer arrollada sigue en estado crítico, en la UCI.