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Los incidentes ocurridos la tarde del pasado jueves en la Platja de Palma entre vendedores ambulantes y policías locales no se considera un tema aislado entre los responsables del Àrea de Seguretat Ciutadana. Guillermo Navarro, el regidor, mostró ayer a este periódico su «profunda procupación». Navarro dijo que «a los responsables del Cuerpo y a mí, por supuesto, nos preocupa y mucho la gran crispación que venimos detectando entre los vendedores ambulantes, la inmensa mayoría de color, en la Platja de Palma. De este asunto ya hemos hablado con el alcalde, Mateo Isern, y estamos un poco a la espera para ver qué soluciones podemos adoptar antes de que la problemátiva derive en hechos más graves».

Aumento

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Guillermo Navarro añade que la cifra de vendedores ambulantes en la Platja de Palma «ha aumentado de manera espectacular con respecto al pasado año. De un centenar se ha pasado a trescientos, y el hecho de que la Policía Local haga su trabajo les pone muy nerviosos y hace que adopten actitudes de cada vez más agresivas».

Sobre los motivos de este aumento, el regidor apunta que «en otras playas de la Isla la temporada ya se da casi por finalizada, y en el centro de Palma existe una gran presión policial, lo que hace que esta gente se desplace hacia la Platja de Palma. Ellos dicen que les quitamos su medio de vida, pero no quieren entender que cumplimos con nuestra obligación porque, si no, ¿qué le decimos a esos comerciantes que pagan sus impuestos y se encuentran con una competencia desleal en la calle? Pienso que es fácil de entender, pero por lo visto ellos no quieren utilizar la razón y la situación se pone de cada día más complicada».

Guillermo Navarro apunta también la posibilidad de que se adopten medidas sociales, pero puntualiza que es competencia de otra área.