El acusado, momentos antes de declarar en el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial.

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«Me golpeaba con la muletas y yo me defendí». El acusado de dar dos puñaladas en el tórax a un hombre en el Porta de Sant Antoni admite que lo hizo pero asegura que la víctima le golpeaba con dos muletas. En el juicio, que se celebró ayer en la Audiencia Provincial, el autor de las puñaladas terminó admitiendo a preguntas de la magistrada que presidía la vista que cuando clavó el arma a la víctima, éste ya no le golpeaba.

El agredido contó que el once de octubre del año pasado estaba en la Porta de Sant Antoni en torno a las doce y media de la noche. «Estaba citado con una chica y él me empezó a insultar», aseguró. Sostiene que el agresor le dio un puñetazo y que él se intentó defender con unas muletas que llevaba, dado que tenía una fractura en una pierna. «Después volvió y me pinchó con la navaja. No recuerdo más».

Hoja rota

La herida del arma fue muy grave. Un trozo de la hoja se rompió y quedó alojada en uno de los ventrículos del corazón, de manera que impedía el bombeo de sangre. La intervención de la policía primero y de los servicios de emergencia después lograron impedir la muerte del agredido.

La versión del acusado carga el inicio de la pelea en la víctima. «Salió con unas cervezas de un bar y dijo a unas fulanas: 'Vosotras tomáis lo que queráis y los demás son basura'». Después de esto, señala que el hombre fue hacia él y comenzó a agredirle con las muletas. «Me dio un golpe en la oreja que me mareó, entonces recordé que tenía un multiusos en la mochila y le dí. No tenía pensado matarle, sólo intentaba defenderme», afirmó. Lo que no supo concretar es el número de puñaladas que asestó a la víctima y que, según la forense fueron dos. El problema es que unos momentos después, a preguntas del tribunal reconoció que entre que sacó y no la navaja suiza de la mochila y se fue a por el herido pasó un rato en el que la pelea se había detenido ya.

La versión del acusado fue ratificada por dos testigos que compartieron con él estancia en el centro penitenciario de Palma. Los policías que acudieron al lugar señalaron que en ese momento, todos los testigos apuntaron al acusado como autor de la puñalada después de que se produjera la discusión.

La Fiscalía solicita una condena de siete años y medio de cárcel para el acusado por intento de homicidio. La defensa, por su parte alega que actuó para defenderse de la agresión que sufría.