Uno de los detenidos, tapándose la cara, llega a los juzgados de Eivissa para prestar declaración ante el juez de guardia. | ANA ISABEL GARRIDO SANCHEZ ANA I

TW
28

Los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Balears que detuvieron el pasado miércoles a ocho guardias civiles del aeropuerto de Eivissa por, supuestamente, aprovechar los registros que practicaban durante el servicio para quedarse con «pequeñas cantidades de droga y otros objetos» dejaron en libertad con cargos el mismo miércoles por la tarde a tres de ellos, que tendrán que presentarse a declarar en los juzgados cuando se les cite. Asimismo, dejaron en libertad a la novia de uno de los agentes, que había sido arrestada en calidad de presunto cómplice.

Los otros agentes que no quedaron en libertad el mismo día de las detenciones, cinco en total, fueron puestos ayer a disposición del juez de guardia, en este caso del titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, José Espinosa.

Todos ellos quedaron en libertad con cargos y tendrán que acudir a firmar al juzgado un día al mes,, informaron ayer fuentes judiciales.

Sobre el caso se ha decretado el secreto del sumario y no ha trascendido de forma oficial el contenido de la declaración ante el juez de los cinco arrestados.

Algunas fuentes señalaron que están acusados del delito de apropiación indebida, si bien la Policía Judicial los detuvo como presuntos autores de los delitos de apropiación indebida, falsedad documental y tráfico de drogas, informaron desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears.

En mayo

La operación que ha derivado en estas detenciones comenzó el pasado mes mayo cuando fue detenido en el aeropuerto de un búlgaro que pretendía introducir 490 gramos de cocaína en bolas de cuatro gramos cada una. En su declaración ante el Juzgado de Instrucción número 3, denunció la desaparición de cinco de estas bolas, de unos 20 gramos en total, lo que hizo pensar en la posible participación en estos hechos de los guardias civiles que habían actuado.

Los investigadores instalaron varias microcámaras en la sala de registros del aeropuerto de Eivissa, unas cámaras que, presuntamente, registraron imágenes de los detenidos cometiendo supuestos delitos. Sin embargo, los guardias investigados descubrieron las cámaras espía y lo denunciaron en el juzgado.

Disposición judicial

Los cinco agentes que fueron conducidos al juzgado de guardia ayer por la tarde no estaban esposados ni fueron trasladados en vehículos patrulla de la Guardia Civil. Entraron por la puerta ordinaria de los juzgados, no por los calabozos, como suele ser habitual en otros casos.

Por su parte, desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil, su portavoz, Juan Antonio Delgado, pidió que «se deje trabajar a los órganos judiciales para que aclaren todas las circunstancias de los hechos que han ocurrido y que se respete la presunción de inocencia de estos agentes».