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Los alcaldes de los principales municipios de la Part Forana coinciden en reconocer el preocupante aumento de robos con fuerza en domicilios que está azotando a los diferentes pueblos de Mallorca.

Los primeros ediles apuntan como causa más significativa de los robos la actual situación de crisis económica en la que está inmersa en país.

Rafel Torres, alcalde de Inca, destaca: «No me gustaría que se culpabilizara a la Guardia Civil del aumento de los robos. Son grandes profesionales que tienen que vigilar mucho territorio con plantillas de personal muy limitadas y con escasez de medios técnicos», añade.

Otro de los problemas que deben asumir los municipios costeros, en temporada estival, es el importante aumento de población flotante. En estos casos, localidades como Calvià, Alcúdia, Pollença, etc... han detectado que el número de hurtos y descuidos en las diferentes playas de sus términos municipales también se han visto incrementados.

Zonas conflictivas

Manuel Onieva, alcalde de Calvià, apuesta por reforzar la presencia policial, especialmente en las zonas más conflictivas. «El Ayuntamiento está realizando un esfuerzo muy importante para ofrecer mayor seguridad ciudadana en las zonas de Magaluf y Santa Ponça, lugares donde mayor número de incidencias tenemos registradas. De hecho, hemos creado un refuerzo policial para la Unidad Nocturna que está trabajando con gran éxito», concluye.

Otro punto importante que destacan los alcaldes consultados, es la proliferación de entradas y robos por necesidad. Son aquellos que se producen, en la mayoría de los casos, fuera del caso urbano, en fora vila , y que se realizan por necesidad básica de subsistencia. En estos casos, muchas veces, se tiene constancia de ellos, pero no se interpone la correspondiente denuncia de los hechos.

La Part Forana, en los últimos meses, ha sido duramente castigada por los ladrones. Los casos más significativos se produjeron en Campanet, donde unos asaltantes entraron en el domicilio de un constructor jubilado, agredieron a su mujer y se llevaron un suculento botín. En Binissalem, unos asaltantes se hicieron con más de 200.000 euros y en Inca, el pasado martes fundieron una caja fuerte y se llevaron más de 30.000 euros.