El intento de robo ocurrió en un autobús de la línea 3 de la EMT. | S. Amengual

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El premio al ladrón más torpe de Palma tiene dueño. Un hombre fue juzgado ayer por intentar robar a un agente del Cuerpo Nacional de Policía dentro de un autobús. El funcionario no iba precisamente de incógnito: acababa de salir de trabajar y llevaba puesto el pantalón y las botas del uniforme.

Los hechos ocurrieron el 22 de diciembre de 2011 en un autobús de la línea tres de la EMT de Palma, a la altura de la calle Aragón. El acusado vio al policía cuando manipulaba su teléfono móvil, un Iphone en el asiento del bus urbano. Según la versión que dio el agente en el juicio, se le acercó y le dijo: «O me das el móvil o te doy una somanta de hostias». Sorprendido, la víctima del atraco se identificó. Al 'caco' le cambió el gesto y al ver el lío en el que se había metido intentó una salida desesperada: «Era una broma», dijo al agente. De inmediato trató de bajarse del autobús y de salir por piernas. El agente le detuvo y avisó a otros compañeros para llevarle a la jefatura.

En esa situación, al verse acorralado, el detenido volvió a amenazar al policía, según dijo éste en el juicio. Simuló que llevaba un arma blanca en el bolsillo para intentar evitar la detención.

En el juicio, el acusado dio una versión un tanto peregrina de los hechos. Según contó, se acercó al policía y habló con el para intercambiar juegos entre sus teléfonos móviles y afirma que ha sido el agente quien le ha amenazado a él y que incluso le llegó a golpear. El policía explicó que le tuvo que dar un empujón durante el episodio y que el acusado se cayó al suelo.

La Fiscalía reclama para el acusado una condena de quince meses de prisión. Su defensa solicita su absolución pero de forma alternativa pide que se le aplique un atenuante.