La víctima recibió tres puñaladas en la terraza de un establecimiento de Son Oliva. | V. VASILEV

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Los dos detenidos por apuñalar a un hombre de 45 años en la terraza de un bar de Son Oliva ingresaron ayer en prisión. Sin embargo quedarán en libertad si pagan una fianza de 6.000 euros por orden del juez de guardia ayer en Palma. Los dos admitieron ante el juez que lanzaron puñaladas en el establecimiento, sin embargo ninguno de los dos aseguró que fuera quien alcanzó a la víctima. Ambos aseguran que se limitaron a defenderse de otras cuatro personas después de ser ellos los atacados. Su letrado, Daniel Castro, apoyó esta afirmación en que los dos arrestados presentan señales de heridas cortantes en la barbilla, costillas y barriga que atribuyen a botellas rotas.

El relato de los dos detenidos asegura que los hechos se iniciaron cuando uno de ellos, 'El Brujito' recriminó a un hombre porque gritaba a su hijo. El incidente desembocó, de acuerdo con esta versión, con que el interpelado y sus acompañantes se fueron a por él. Éste manifestó que al verse rodeado y dado que le atacaban con botellas rotas sacó una navaja que llevaba y comenzó a lanzar golpes a bulto. Eso sí, asegura que no sabe si llegó a impactar a alguien. Su compañero afirma que cuando vio que atacaban a su amigo se lanzó a ayudarle. En un momento dado al primero de los dos se le cayó la navaja. El otro la recogió y, de la misma manera que el primero, dice que tiró navajazos al tuntún y que no está seguro si fue él o 'El Brujito' el que alcanzó al herido.

La fiscalía solicitó el ingreso en prisión incondicional de los dos detenidos. Sin embargo, el juez decidió finalmente imponer una fianza a ambos. La defensa planteó también en el acto de ayer la declaración de otros siete testigos presenciales de los hechos para respaldar su versión de la defensa propia. Hasta ahora, los que han declarado aseguran que fueron los dos detenidos, ambos españoles y de 35 años de edad quienes arremetieron contra la víctima. En ese momento, de acuerdo con este relato, se montó una algarada en la que el dueño de un local próximo a la terraza rompió una silla sobre uno de los agresores. En ese momento los dos detenidos huyeron del lugar para ser más tarde detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía.