El Cuerpo Nacional de Policía procedió a la detención de los tres miembros de la misma familia gitana. | Alejandro Sepúlveda

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Solo faltaba que les hiciera de chófer. El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a una mujer y sus dos hijos, todos ellos de etnia gitana, acusados de extorsionar a un prestamista de Palma que les había dejado 60.000 euros. El empresario, asustado, llegó a perdonar la deuda, regalarles 1.300 euros, alquilarles un piso y hasta recargarles los teléfonos móviles.

Los hechos se remontan a hace dos años, cuando Sara O.H., de 28 años de edad, y que cuenta con tres detenciones anteriores, solicitó el préstamo al fiador. Las condiciones quedaron muy claras y el dinero debía ser devuelto antes de un año.

Amenazas

Antes de finalizar el plazo, el prestamistas comenzó a recibir llamadas telefónicas de María H.S., de 46 años y con siete antecedentes anteriores, que a su vez es la madre de Sara, la solicitante del préstamo. Según la víctima, la progenitora le advirtió que no iban a satisfacer la deuda, y le amenazó. En esa ocasión, le llegó a anunciar: «tengo pistolas» y añadió que podía usarlas contra él.

El empresario no denunció por temor a represalias, pero hace medio año las amenazas volvieron. La misma familia gitana contactó con él y le empezó a extorsionar. Primero, el afectado les ingresó 1.300 euros en su cuenta «para comprar mi tranquilidad». Sin embargo, tanta generosidad no le sirvió de mucho. Poco después continuaron los chantajes y le obligaron a alquilar un piso para ellos.

Cuando creyeron que ya tenían completamente sometido al prestamista, le forzaron a que periódicamente fuera recargando los teléfonos móviles de la familia. El tercer implicado en los hechos era el hijo de María, llamado Juan O.H., de 29 años de edad y con siete detenciones anteriores.

El Grupo de Atracos de la Jefatura palmesana abrió una investigación después de que el prestamista acudiera desesperado al 091, a pedir ayuda. El pasado día 4, fueron arrestados María y su hijo Juan. Al día siguiente, cayó Sara, la joven que había solicitado los 60.000 euros.

Todos los implicados han quedado en libertad con cargos, pendientes de juicio. El prestamista aseguró que todos estos meses de extorsión le habían ocasionado graves perjuicios económicos y también anímicos.