El coche incendiado localizado por la Guardia Civil de Inca. | Joan Socies

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El juez de guardia envió, a última hora de ayer, a prisión al acusado de arrollar con un coche a un guardia civil franco de servicio cuando le sorprendió robando en un edificio de Palma.

Los hechos se produjeron en la tarde del jueves cuando un guardia civil evitó un robo y fue arrastrado veinte metros por el coche de los ladrones. Sobre las 20 horas, el agente, que está destinado en el Sector de Tráfico, se encontraba en el parque de la plaza Jorge Luis Borges, en Pere Garau. De repente, una mujer comenzó a gritar, pidiendo ayuda porque un ladrón trataba de entrar en su domicilio. En ese momento, el guardia se dirigió hacia el sospechoso, se identificó y le pidió que se detuviera. El ciudadano argelino que conducía el coche, donde había dos personas más, y el conductor se lo llevó por delante. Gracias a la destreza del agente el guardia tuvo los reflejos suficientes para agarrarse a la capota y evitar que el turismo le pasara por encima.

El Opel Corsa de color negro con el que fue arrollado el guardia apareció calcinado en el Puig de Santa Magdalena, de Inca. Ahora, los investigadores apuntan que se trata del vehículo que los ladrones quemaron para borrar huellas. El fuego se descubrió el viernes, un día después de que el agente de la Benemérita fuese atropellado. El domingo, el argelino, identificado como Hassan S. Q., de 33 años de edad, se entregó en dependencias del Cuerpo Nacional de Policía a raíz de la fuerte presión policial ejercida por los investigadores.

El acusado, en su declaración, afirmó que iba a un prostíbulo con sus amigos cuando un hombre se le tiró sobre el coche y se asustaron. El testimonio del guardia y de los dueños de la vivienda han sido determinantes para enviar al ladrón a prisión.