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La Audiencia de Palma ha condenado a 18 años de cárcel a un hombre de 52 años, Eduardo N.L., por abusar sexualmente en numerosas ocasiones de su hijo y de su hijastra. El niño fue violado y vejado entre los años 2001 y 2006, desde que contaba con cuatro años hasta que alcanzó los nueve; mientras que su hija adoptiva fue víctima de tocamientos y obligada a realizarle felaciones entre los cuatro y cinco años de edad.

La sentencia detalla la atrocidad de los abusos de los que fueron víctimas los dos pequeños. Eduardo N.V. los agredía sexualmente cuando se quedaba a solas con ellos, bien cuando su madre no estaba o dormía profundamente de noche, ya que tomaba medicación debido a que sufría un cuadro depresivo de varios años de duración.

Eduardo N.V. los obligaba a entrar en el baño y allí abusaba de ellos, amenazándoles para que no contaran nada.

En el año 2003 el condenado se separó de su mujer aunque seguía cuidando a los pequeños. Así, seguía abusando de ellos en un callejón cercano a su domicilio o al de su exmujer.

A lo largo del juicio los dos menores relataron los abusos a los que los sometía su padre, quien negó los hechos durante su declaración, achacando la culpabilidad a vecinos u otras personas. El tribunal ahora lo ha condenado a 18 años de prisión por los abusos sexuales a sus hijos.