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El inspector del Cuerpo Nacional de Policía detenido por el atropello mortal y la fuga en Cap Blanc había sido expedientado dos veces en los últimos veinte días, coincidiendo con su ingreso en la Policía Judicial, la brigada de élite de la Jefatura de Palma.

Fuentes próximas a la investigación informaron que los dos expedientes abiertos a Carlos José G.C., de 34 años de edad, estaban relacionados con «incidentes» que tendrían que ver, supuestamente, con su alcoholismo. El primero caso fue un altercado en un pub de Avenida Argentina, el mismo en el que estuvieron él y Rodolfo tomando copas en la mañana del domingo.

El segundo «incidente» consistió en que el inspector no se presentó a su jornada laboral, porque al parecer no se encontraba «en condiciones».

Sin embargo, estos datos chocan con un detalle bastante llamativo: en la última fiesta del mes de octubre de los Santos Custodios, el patrón del Cuerpo Nacional de Policía, Carlos José fue condecorado «por los servicios prestados».

Según informaron ayer, en la Jefatura de Policía de Palma era vox populi que el inspector y el agente tenían problemas con el alcohol y algunos compañeros de los policías se preguntan ahora por qué no se les apartó a tiempo del servicio. «Y lo es más grave: todos sabemos que hay dos o tres mandos intermedios con este tipo de problemas, que hace años que parece que tienen impunidad», añadieron las fuentes.

Declaración

Los dos agentes explicaron al juez que cuando el sábado acabaron su turno fueron a cenar a un restaurante del Paseo Marítimo y luego a beber copas a dos bares cercanos, tras lo que se dirigieron, sobre las seis de la mañana, a un local de la zona de Gomila.

Sobre las 9.00 horas se dispusieron a regresar a sus casas, próximas entre sí y cercanas al lugar del atropello en la urbanización Puig d'en Ros, en el municipio de Llucmajor. Ambos iban muy bebidos.

Gallardón

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha considerado hoy «adecuada» la decisión del juez que ha decretado prisión provisional para el policía nacional ebrio. Así se ha pronunciado Ruiz-Gallardón en la sesión de control al Gobierno en el Congreso a preguntas del diputado del PNV Emilio Olabarria que proponía un endurecimiento de las medidas cautelares contra este tipo de conductas de «patología criminal».

El ministro de Justicia pedirá al Fiscal General del Estado que reflexione sobre la posibilidad de endurecer las medidas cautelares, como la prisión preventiva, contra los conductores ebrios que provocan accidentes mortales, que huyen del lugar y eluden el deber de socorro.

«Si fuera necesario endurecer la actuación de la Fiscalía para que las medidas cautelares sean adoptadas de forma inmediata, no tenga la menor deuda de que este Gobierno va a apoyar esa medida», ha asegurado.

El ministro de Justicia trasladará esa reflexión al fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, para que dicte a los fiscales las instrucciones que considere pertinentes con pleno respeto a la autonomía del Ministerio Público.