Momento del control efectuado la pasada madrugada, en el que participaron un gran número de agentes. | Vasil Vasilev

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Las noches de los fines de semana se están convirtiendo en sinónimo de controles policiales en Palma. La Policía Local ha realizado diversos dispositivos contra la venta de sustancias estupefacientes en varios locales, controles de drogas y alcoholemia a conductores, así como inspecciones de determinadas discotecas conflictivas de la ciudad.

En la madrugada de ayer, entre las 02.00 y las 05.00 horas, se efectuó un nuevo control de alcoholemia en el Passeig Marítim. Los agentes interceptaron un gran número de vehículos de forma selectiva, se inspeccionó la documentación y se realizaron tres pruebas de detección de drogas mediante el ‘Drogotest’, de las cuales una fue positiva, además de diversas pruebas de alcoholemia. De ellas, tres fueron positivas por vía administrativa y una cuarta por vía penal, ya que el conductor superó la tasa de 0,60 que marca la Ley.

Uno de estos conductores que dio positivo era un joven que circulaba en moto. Al ver el control quiso aparcar poco antes para que no lo parasen, pero fue interceptado. Tras realizar la prueba de alcoholemia y dar positivo se echó a llorar ya que, según decía, sólo le quedaban dos puntos y con este nuevo ‘positivo’ los iba a perder y se iba a quedar sin carnet.

También fueron retirados dos vehículos por deficiencias y se impuso una denuncia a un conductor por no haber pasado la ITV.