Aspecto que presentaba ayer a primera hora de la tarde la antigua clínica Femenía. Fotos: A.SEP´ÚLVEDA | Alejandro Sepúlveda

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Un menor de 17 años de edad y un joven de 22 fueron sorprendidos el martes en el interior de la antigua clínica Femenia, actualmente clausurada, cuando desvalijaban el cable y el metal de las instalaciones.

De acuerdo con los datos facilitados por el portavoz del Cuerpo Nacional de Policía, a las cuatro de la tarde de ese día la centralita telefónica del 091 recibió una llamada alertando de un posible robo en la calle Camilo José Cela, junto a la entrada del castillo de Bellver. La hija de los dueños del antiguo edificio sanitario, acompañada de su marido y su cuñado, acudió al centro para proceder a tapiar la entrada. Una vez allí, sin embargo, escucharon ruidos procedentes de las plantas superiores y se alarmaron. En concreto, los golpes procedían de la tercera planta y los propietarios solicitaron la presencia urgente de una patrulla.

In fraganti

Los agentes entraron con precaución en las antiguas instalaciones sanitarias, subieron a esa planta y descubrieron a un hombre subido en una nevera, estirando el cable del falso techo.

En el cuarto de al lado, otro joven fue sorprendido arrancado planchas de aluminio. El menor de edad tenía 17 años y su compinche, llamado Jesús S.A., 22. Los dos fueron trasladados hasta las dependencias de la Jefatura de Policía de Palma, donde fueron reseñados e identificados. Otros agentes realizaron una inspección ocular en el edificio, para calibrar el alcance del robo de cable y metal. Los policías descubrieron que el joven y el menor habían trepado hasta una ventana a tres metros de altura por la parte trasera de la clínica, la que da al castillo de Bellver.

Según parece, los dos acusados tenían previsto ir sacando todo el material por la zona del bosque, para no levantar sospechas, y después cargarlo en una furgoneta estacionada en las inmediaciones de Camilo José Cela.

Fuentes policiales informaron que los robos de cobre, aluminio y otros metales se ha disparado y que las fuerzas de seguridad se encuentran con un problema añadido: la mayoría de ladrones queda en libertad tras declarar ante la autoridad judicial

Antecedentes

De hecho, la mayoría de detenidos por este tipo de expolio son reincidentes. Algunos de ellos acumulan hasta una decena de detenciones al año, pero siguen actuando porque se les acusa de hurto y raramente ingresan en prisión. En ocasiones, los daños que ocasionan en el alumbrado público o en las viviendas privadas supera en mucho el botín obtenido.