El hombre y los perros se encontraban en este chalet de la urbanización de Son Ferrer, en Calvià.

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El vecino de Calvià que fue hallado sin vida junto a sus perros en un garaje de un chalet de Son Ferrer se quedó sin oxígeno por culpa de un brasero que estaba encendido en un garaje donde dormían, según ha esclarecido la Policía Judicial de la Guardia Civil. Ayer se le efectuó la autopsia a B. J. G., de 56 años, que confirmó el fallecimiento por edema pulmonar causado por asfixia.

Tal y como adelantó ayer en exclusiva Ultima Hora, el cadáver del varón fue descubierto en la tarde noche del sábado por la esposa, que llamó enseguida a los equipos de emergencia. Se encontraba en un habitáculo anexo al garaje de la casa.

Junto a sus perros

El fallecido se encontraba junto a un brasero y al lado suyo había un perro muerto y otro que estaba agonizando, y que al parecer murió poco después. El centro de emergencias del 112 se puso en contacto con la Guardia Civil y una patrulla se desplazó hasta el domicilio de Son Ferrer.

Cuando se confirmó que la víctima había fallecido de forma accidental, el caso pasó a manos de la Policía Judicial del cuartel de Palmanova, que realizó una completa inspección ocular en el lugar de los hechos. Los investigadores no hallaron señales de violencia en el anexo del garaje y la duda para aclarar lo sucedido estribaba en determinar si se trató de una mala combustión que intoxicó por monóxido de carbono a B. J. o si el recinto se quedó sin oxígeno porque no había ventilación y el brasero lo consumió. Finalmente, parece que ha sido esta segunda posibilidad la causante de la muerte del varón y los canes.

Autopsia

De hecho, el examen forense practicado ayer no ha detectado niveles alarmantes de monóxido de carbono y la conclusión preliminar es que el brasero que servía de calefactor fue consumiendo el oxígeno de la habitación sin que el hombre se diera cuenta, quizás porque estaba durmiendo.