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Un guardia civil que en la madrugada del viernes al sábado participaba en la persecución de una magrebí que habían robado en un bar de Sineu sufrió un grave accidente al caer por una escalera y se encuentra de baja. El agente se lesionó una rodilla y le tuvieron que aplicar 13 puntos de sutura en una mano.

Durante este mes de enero Sineu y los alrededores está sufriendo una auténtica oleada de robos y hurtos, que han causado una gran alarma social. Se trata de distintas bandas y delincuentes que actúan solos, por lo que está siendo complicado erradicar esta cadena de robos.

En la madrugada del sábado, a las cinco, tres marroquíes entraron en el bar Can Paco y la Guardia Civil salió en su persecución.

Huida

Dos de los ladrones accedieron al negocio y el tercero se quedó en la calle, vigilando por si llegaba alguna patrulla. en cuanto este último detectó a la Benemérita, dio la voz de alarma a sus compañeros y los tres se escaparon corriendo.

Uno de los agentes bajó a toda velocidad por una escalera, pero al ser de noche cayó y aterrizó sobre algunas botellas de cristal, que le produjeron un corte profundo. Su rodilla también resultó lesionada, por lo que tuvo que ser evacuado hasta un centro hospitalario, en donde recibió asistencia.

El operativo de búsqueda de los tres sospechosos fue suspendido de inmediato, para que el agente herido pudiera recibir asistencia. Los delincuentes, en consecuencia, consiguieron escapar.

En las últimas horas se han registrado otros dos robos en la zona. En la gasolinera BP de Sineu, los ladrones forzaron una puerta de aluminio y rompieron una vidriera. En ese momento saltó la alarma, lo que provocó que los hampones huyeran precipitadamente, sin llevarse la recaudación.

En el bar Es Fasser de Lloret sí que se hicieron con un importante botín y se apoderaron de 2.500 euros tras reventar algunas máquinas.

Malestar

Vecinos de Sineu han mostrado su indignación por esta oleada de robos y también en Lloret o Llubí han solicitado más vigilancia a la Guardia Civil y la Policía Local. Los comerciantes se quejan de que los ladrones actúan incluso a plena luz del día y que la mayoría son conocidos de los alrededores. La Benemérita detuvo recientemente a un joven magrebí, relacionado con esta oleada de robos, pero los hurtos y asaltos continúan en los pueblos del Pla de Mallorca.