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Costa Cruceros, la compañía propietaria del Costa Concordia, anunció ayer su decisión de suspender al capitán del barco naufragado, Francesco Schettino, y de constituirse como «parte ofendida» en la investigación.
El abogado de la empresa, Marco De Luca, presentó ante la fiscalía de Grosseto, que se encarga del caso, los documentos para que se incluya a Costa Cruceros como parte ofendida y ha adelantado que la naviera no se hará cargo de la defensa de Schettino, bajo arresto domiciliario por lo sucedido.
En otro orden de cosas, los fiscales están tratando de localizar a una joven moldava a la que varios testigos aseguran haber visto junto al capitán y el resto de oficiales en el puente del barco en el momento del impacto con la roca y que no figuraría en la lista de pasajeros, informan los medios italianos. Asimismo, se cree que sería la mujer con la que cenó el capitán poco antes de la tragedia.
Se trataría de Dominica Cemortan, de 25 años, que ha confirmado, en declaraciones a la cadena de televisión local Jurnal TV, que estuvo con Schettino. La joven ha explicado que trabaja para Costa Cruceros y que se encontraba en el Concordia de vacaciones.
Por otra parte, varios supervivientes mallorquines han confirmado a Ultima Hora que tienen previsto reunirse próximamente en un restaurante de Calvià con la finalidad de marcar una ruta de acciones y proceder a la realización de una denuncia conjunta. Por el momento no hay fecha establecida ni local señalado.
En este aspecto, la familia de Guillem Gual Buades, el único mallorquín fallecido en el naufragio, ha descartado unirse a la misma. El portavoz de la familia afirmó: «Nuestro caso es totalmente diferente al del resto. Ellos hablan de daños morales o materiales y nosotros de una muerte», concluyó Jaume Gual.
Finalmente, ayer se concluyó la autopsia de Guillemo Gual Buades y, en las próximas horas, llegarán los resultados a los familiares.