El parto tuvo lugar en el Hospital de Manacor en el mes de mayo del año 2006. | Juan Mestre

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Una comadrona ha sido condenada a un año de prisión por las graves quemaduras que sufrió una mujer durante el parto de su primer hijo en el Hospital de Manacor en 2006. La matrona colocó un suero caliente bajo su paciente sin comprobar antes la temperatura de la bolsa. La mujer estaba bajo los efectos de la epidural por lo que no notó el excesivo calor de la bolsa y sufrió quemaduras graves por las que estuvo de baja más de un año y medio.

La juez afirma en su sentencia: «Se produjo una grave desatención de la comadrona como consecuencia de una inaceptable dejación de funciones». En la resolución se señala que la propia comadrona condenada reconoció en su declaración que durante las dos horas que la mujer tuvo la bolsa colocada no comprobó si estaba bien puesta. Eso sí, aseguró que la propia paciente se había movido durante el parto y había desplazado la bolsa. Sin embargo, esa falta de vigilancia -calificada en la sentencia como «desidia»- lleva a la condena de la comadrona.

Infección

La defensa argumentó en el juicio que las quemaduras se agravaron después de que la paciente recibiera el alta hospitalaria a raíz de una infección. Al respecto, el forense que declaró en el juicio calificó este proceso como parte de la evolución posible de unas quemaduras de esa gravedad y circunscribió la culpa a la actuación de la comadrona. La juez que presidió el juicio se apoya en este razonamiento y concluye que sin la conducta negligente de la acusada jamás se hubiera llegado a este resultado.

Las quemaduras dejaron a la víctima unas cicatrices de unos veinte centímetros. Además de estas secuelas, la mujer sufrió un cuadro de estrés pos traumático. Eso sí, el parto concluyó con éxito y el bebé no sufrió daños. Por las secuelas recibidas y el daño moral causado a la víctima, la juez condena al pago de una indemnización de 84.000 euros que tendrá que abonar la compañía aseguradora. Además, junto a la pena de prisión impone un año de inhabilitación a la acusada para trabajar de matrona. La sentencia aún no es firme y es recurrible ante la Audiencia Provincial de Palma.