José Bretón, padre de los dos niños de 2 y 6 años desaparecidos el 8 de octubre en Córdoba, durante su participación el pasado mes de octubre en la reconstrucción de los hechos en el parque Cruz Conde a petición del juez, tras tomarle declaración en el el Juzgado de Instrucción número cuatro de Córdoba. | Efe

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El último informe de los investigadores en torno a la desaparición de los dos menores en Córdoba hace casi dos meses, recoge un interrogatorio en el que el padre, José Bretón, respondió a un agente de policía que la ubicación de éstos es su «secreto».

Según informa Interviú en su último número, uno de los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), encargada de realizar los interrogatorios a Bretón, le preguntó: ¿Dónde están los niños, José?, a lo que el padre contesto: «Ése es mi secreto».

Este último informe de los investigadores, en poder del juez, ha provocado que éste decrete el secreto de sumario del caso debido a la importancia de los indicios contra el padre de los niños. Estos informes también recogen, supuestamente, la declaración de al menos dos testigos que aseguraban que Bretón anunció: «Aquí va a pasar algo gordo», los días previos a la desaparición.

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Por otra parte, según este mismo medio, «especialistas en análisis de conducta concluyeron que Bretón mintió en los interrogatorios grabados en vídeo». Mientras tanto, el padre de los niños continúa interno en el Centro Penitenciario de Alcolea, desde el 21 de octubre, imputado por los delitos de detención ilegal cualificada por desaparición de menores y otro de simulación de delito. «Si me sacan de aquí, les ayudo a encontrar a los niños. Sé que están vivos», ha declarado Bretón.

La investigación policial sobre la búsqueda de pistas de los dos niños desaparecidos se centra desde el pasado viernes en el registro de pozos y alcantarillas entre el río Guadalquivir y el Parque Cruz Conde, donde el padre de los pequeños dijo que los perdió de vista.

Así lo confirmaron fuentes cercanas al caso, quienes precisaron que los trabajos se localizaban en la Granja del Estado, tras rastreos sin resultado alguno en la parcela de Las Quemadillas, en el río Guadalquivir o en distintas graveras, y analizar las grabaciones de cámaras de seguridad.