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Los dos delincuentes armados con una pistola que el lunes atracaron el aparcamiento público de Antoni Maura y ataron con bridas a los dos vigilantes, fueron grabados por las cámaras de seguridad del párking. Los atracadores, tal y como adelantó ayer en exclusiva Ultima Hora, obtuvieron un botín de 4.500 euros en monedas y causaron daños cuantiosos en algunas máquinas.

Lo más llamativo del asalto, sin embargo, es el tiempo que emplearon los dos atracadores en consumarlo: sólo cinco escasos minutos. Llegaron, encañonaron a los dos vigilantes, los ataron con bridas y se llevaron la recaudación.

Huida


Otro dato que ha trascendido, es que los hampones escaparon en una furgoneta estacionada en las inmediaciones. Sin embargo, ante la posibilidad de que fueran grabados por algunas cámara del centro de Palma, los ladrones adoptaron medidas de precaución. En concreto, le cambiaron las placas de matrícula al vehículo, por otras falsas.

Los dos vigilantes atados fueron liberados por sus compañeros y el Grupo de Atracos les ha tomado declaración, al igual que a otros empleados del aparcamiento y a testigos.

Para los investigadores está muy claro que los dos delincuentes habían recibido información del funcionamiento interno del aparcamiento público de Antoni Maura, ubicado junto a la Plaza de la Reina.

Los delincuentes entraron en el párking a las seis de la mañana, justo cuando los vigilantes sacaban la recaudación de las máquinas de tickets. Conocían este detalle y tras encañonarlos les colocaron las bridas, con las manos esposadas a la espalda.

Para llevarse cuanto antes los cajetines con las monedas, reventaron los mecanismos de apertura y cierre, por valor de varios miles de euros. El Grupo de Atracos sigue varias pistas, aunque todavía no se han practicado detenciones.

Una de las pistas con la que cuenta el Grupo de Atracos es que los dos atracadores hablaban castellano, aunque no se ha podido precisar si eran españoles o de origen sudamericano. Los ladrones se mostraron parcos en palabras, quizás porque no querían delatarse, y cubrían sus rostros porque posiblemente sabían que las cámaras los estaban grabando. El Cuerpo Nacional de Policía no ha esclarecido si la pistola que utilizaron en el atraco era simulada o real.