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El asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, tiene una «inteligencia normal a baja que le impide prever conductas a largo plazo» y es egoísta y manipulador, según los peritos que lo examinaron.

Tres forenses han dicho hoy al tribunal que juzga la muerte de Marta que Carcaño, que tiene 21 años, es una persona que «manipula y miente», y además es «egocéntrico, pues «primero piensa en su propio beneficio y luego en el resto de las personas».

Han destacado que, pese a ello, no es agresivo salvo episodios aislados en su adolescencia y que su hermano Francisco Javier Delgado, también acusado, hizo para él las funciones de padre y fue la única persona que le puso límites.

Además de estos forenses, en la sesión de hoy del juicio está previsto que comparezcan dos peritos que han analizado los repetidores de telefonía móvil que activaron en sus llamadas los cuatro acusados la noche del crimen y que certifican que tres de ellos tuvieron franjas horarias sin hacer ni recibir llamadas.

Frío y cruel

La madre de la joven sevillana Marta del Castillo, cuya desaparición y presunto asesinato se enjuicia en estos días en la Audiencia Provincial, ha señalado que las declaraciones periciales programadas con motivo de la decimosexta sesión del juicio permitirán confirmar que el principal acusado, Miguel Carcaño, es «muy frío» y «con crueldad».

«Es una persona cuerda, pero mala, que las hay en este mundo, no vamos a pensar que no existen», ha manifestado este martes a los periodistas Eva Casanueva, que también ha dado cuenta del momento psicológico en el que se encuentran tanto ella como su marido, Antonio del Castillo, dado que los testimonios forenses de hoy también versarán sobre su estado mental.

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Así, ha reconocido que «estamos en un momento fastidioso», pues «ya son muchos días de acumular tensión, no es agradable ponerte detrás de ellos y verlos aunque sea de espaldas». En este sentido, Casanueva se ha referido a la «impotencia» de «no poder decirles nada», así como a la necesidad de llevar a cabo el «teatro» con sus hijas, «a las que hay que poner buena cara y decirles que todo va bien». «A la larga te pasa factura», ha admitido.

También están programadas las testificales de los peritos que analizaron el tráfico de llamadas de la noche de los hechos. Según la madre, los resultados implican «lo que siempre se ha dicho, pero hoy es el momento de demostrarlo», en referencia a que los acusados habrían apagado los móviles para que no se supiera dónde estaban en ese momento.

Por lo demás, Casanueva ha valorado el testimonio del taxista F.J.A.B., que asegura haber trasladado en la noche del 24 al 25 de enero de 2009 al hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, de Luis Montoto a León XIII, calificándole de «una persona muy valiente». «Puedo entender que no esté seguro desde un principio, porque puedes marear la investigación si no estás seguro de lo que viste, pero este hombre, una vez que no tenía dudas de que lo llevó a León XIII, no se lo quería quedar en el cuerpo», ha recalcado.

La madre de Marta, que ha agradecido «infinitamente» el testimonio --"más vale tarde que nunca"--, ha expresado su deseo de que la opinión del tribunal sobre la implicación de Delgado en los hechos cambie con esta declaración, subrayando que «si a este hombre en un principio no se le podía ubicar en esa casa, a estas horas no hay lugar a dudas», una apreciación que ha ampliado a la pareja de Delgado, la también acusada María García.

«AVANCE IMPORTANTISIMO» POR LA DECLARACION DEL TAXISTA

Sobre la declaración de la mujer del taxista, ha asegurado que puede «entender» que ésta tuviera «miedo», ya que «detrás de todo esto llega un momento en que no sabes qué puede haber detrás, y si ha seguido un poco el caso, antes de meterte en esta historia te lo piensas».

«Con este testimonio ha habido un avance importantísimo, porque sitúa al que siempre hemos dicho que es el 'cerebro' en el proceso de hacer desaparecer a mi hija en el momento y hora en el que lo hacen», ha dicho Casanueva, que ha otorgado mucha credibilidad a estos testimonios, «y espero que los jueces también», recordando que los detalles proporcionados por el taxista --como las botellas, que según la madre de la joven serían productos de limpieza procedentes del bar que regentaba Delgado-- obedecen a que una persona que hace un servicio nocturno «se fija más».

Por último, ha criticado que el abogado de Francisco Javier Delgado fue «superatacante» y «un poquito fuera del papel» en sus preguntas al testigo, al tiempo que ha mostrado su preocupación por los recursos de las defensas, aunque ha aclarado que «vamos a seguir teniendo fe en lo que vaya quedando de juicio».