Imagen de una pelea en el callejón de Gomila donde ocurrieron los hechos. | A. Sep

TW
17

«Cogí el callejón y había cuatro personas apartadas a las que nunca había visto. Pasé a su lado sin decir nada y entonces, uno de ellos me cogió la cabeza y me estampó contra la pared». La víctima de una paliza en el conocido como 'el callejón del terror' (que une Gomila con el Paseo Marítimo) contó ayer en el juicio contra tres jóvenes cómo, sin mediar aviso ni provocación recibió una lluvia de golpes que terminó con él inconsciente y con una fractura múltiple en la mandíbula.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 24 de abril de 2010. La víctima iba de una discoteca de Gomila a otra del Marítimo y fue por la calle Banys, el estrecho callejón que une ambas zonas, en el que son muy frecuentes los episodios violentos. Allí fue abordado por un grupo de jóvenes. Tras recibir varios golpes, contó que logró llegar hasta el Paseo Marítimo, pero que allí le alcanzaron de nuevo. Allí, le patearon entre los tres. «Solo recuerdo que me desperté en el suelo». Una joven que vio lo ocurrido testificó que le golpeaban indistintamente entre los tres. En un momento dado, la víctima quedó apoyado en una valla publicitaria, postrado hacia delante: «Uno de ellos le lanzó para atrás de una patada en la cabeza y quedó inconsciente en el suelo. Después siguieron golpeándole».

Patadas

La víctima reconoció sin duda a los tres acusados como sus agresores. De hecho, señaló que uno de ellos fue el que le atacó en el callejón y situó a otros dos en el paseo. Varios testigos también reconocieron a los acusados y acreditaron que en ningún momento se produjo una pelea, sino que los tres prácticamente lincharon a la víctima de forma «muy violenta» sin que ésta pudiera plantar cara. Los tres jóvenes se enfrentan a una petición de cuatro años de prisión para cada uno. Los tres reconocen que estaban en el lugar de los hechos, pero aseguran que había una pelea en la que se vieron envueltos: «Me había bebido una botella de vodka rojo a palo seco yo solo en casa de unas amigas y cuando llegué estaba todo el mogollón de la peña allí», declaró uno de ellos. Éste y otro de los acusados culpan al tercero de ser el autor del golpe en la cabeza: «Yo no estaba en condiciones y unas amigas no me dejaron que me peleara», añadió.

Al que sus compañeros culpan de haber dado la patada admite que le golpeó, pero dice que fue en el hombro, no en la cabeza. Eso sí, señaló que practica artes marciales.