Familiares de una de las víctimas llegan a la vivienda donde tres personas, dos hombre y una mujer, han sido asesinadas y otras dos han resultados heridas por arma blanca, esta noche en Castellar, pedanía de Valencia. | Efe

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El Ayuntamiento de Valencia y los vecinos de las tres víctimas y del hombre detenido como supuesto autor del triple crimen registrado el viernes por la noche en una pedanía de la ciudad coinciden en atribuir a «una perturbación» o «arrebato» lo sucedido, dado que no se explican algo así «de otra manera».

El suceso ocurrió sobre las nueve de la noche del viernes en la pedanía de Castellar-Oliveral, cuando al parecer, el supuesto homicida fue cometiendo los crímenes en varios pisos de la escalera de su edificio después de ir llamando a cada una de las puertas.

Un policía local de paisano le encontró poco después en la calle ensangrentado y preguntándose por qué estaba en esa situación.

Además de las tres víctimas mortales, un hombre de mediana edad, su hijo de 13 años y una anciana, otras dos personas permanecen hospitalizadas con heridas de diferente consideración, después de haber sido atacadas presuntamente por la misma persona.

Se trata de una mujer de 48 años, que está ingresada en estado muy grave en la UCI del hospital La Fe con heridas en el tórax y en el abdomen, y de un hombre de 44 que se recupera de heridas en la espalda y la cabeza en el Hospital General.
La Guardia Civil está interrogando a los vecinos de la finca donde produjeron los hechos, el número 1 de la calle Poetisa Leonor Perales. El detenido, identificado como J.P., de 33 años, se encuentra en las dependencias del cuartel de la Guardia Civil de Alfafar, a la espera de pasar a disposición judicial.

Sin embargo, desde el instituto armado todavía no se ha ofrecido dato alguno del suceso.

El Ayuntamiento de Valencia decretó ayer veinticuatro horas de luto por el triple crimen, mientras la alcaldesa, Rita Barberá, que se personó en el lugar de los hechos, anunció la próxima condecoración al policía local de paisano que intervino anteanoche evitando una «desgracia mayor».

Los vecinos de la pedanía, «totalmente consternados», coincidieron en que el detenido es un «chico normal, casado y con una hija», que sólo ha podido actuar así «por un arrebato».