El abogado de EEUU, en la casa que ocupa en Mallorca. | A.S.

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Roonie C. es un prestigioso abogado estadounidense de 44 años que lleva desde mayo retenido en Mallorca, acusado de violar a una ayudante de su empresa, en el Port de Pollença. Primero pasó dos semanas en prisión y después salió, aunque no puede regresar a su país porque le han intervenido el pasaporte. Según su relato, fue denunciado porque la joven quería escalar posiciones en la empresa: «Esa mujer incurrió en 28 contradicciones. No han encontrado semen, ni pelos míos, ni tan siquiera nada bajo mis uñas. En el cuarto de al lado dormía otro compañero de la empresa, que tampoco escuchó nada. Es un caso surrealista, me siento como DSK».

Los hechos se remontan al 12 de mayo pasado. Roonie conocía a K.C., de 24 años y también norteamericana, porque era amigo de su padre: «había estado en su casa de Tenesse y éramos buenos amigos». Su empresa buscaba inversionistas y la chica era ayudante de márketing. Esa noche en el Port de Pollença Roonie descubrió que K.C. conocía a un compatriota buscado por el FBI y eso no le gustó. En el apartamento que ocupaban varios empleados de la empresa Roonie habló a través de skype con su mujer y le pidió a la joven que se fuera a pasear: «Eso tampoco le gustó». A la hora de la cena, el abogado se molestó porque también había acudido el proscrito -cuyas siglas son D.S.- y se levantó disgustado. Fue el segundo incidente con K.C. Antes de la medianoche la ayudante le dijo que quería ser socia de la empresa y criticó a su padre. «Le dije que ya estaba bien y fui a llamar a mi mujer». La denunciante se fue a dormir y dejó la puerta medio abierta. «Mi gran error fue que a la una de la madrugada pasé por su puerta porque iba a mi cama y la vi dormida sobre la cama. Tenía la luz encendida, y el ordenador portátil a punto de caerle. Entré como haría un padre, yo tengo tres hijas. La tapé, dejé el portátil en el suelo y apagué la luz». Según Roonie, no ocurrió nada más. «En la pared de al lado, que era muy fina, dormía otro compañero de trabajo, que no escuchó nada de nada». Sin embargo, horas después Roonie se despertó «con la Guardia Civil en la casa». Fue detenido acusado de violación y estuvo tres días en los calabozos.

Después declaró ante el juez, que lo envió a prisión. «No había heridas, pero dijeron que había restos de secreción seminal en la vagina. Se enviaron a analizar a Barcelona, y ahora resulta que no era semen. Yo pasé dos semanas en la cárcel de Palma, y un violador allí no lo pasa muy bien».

Fianza

Después pagó 60.000 euros -»que me tuvo que dejar mi madre»- y salió en libertad bajo fianza. Según el letrado, K.C., días después de la supuesta agresión, se fue a jugar al golf a Pollença con sus padres, que habían llegado para estar con ella: «Colgó las fotos en Facebook, muy sonriente y feliz. ¿No es muy raro para una mujer que acaba de ser violada?». La chica regresó a EE.UU a finales de mayo y al día siguiente le comunicaron su demanda: 300.00 dólares que le exigía la ayudante. «Yo, retenido aquí, he perdido todos mis clientes y no tengo un duro. Pero sobretodo, soy inocente, así que no quiero un pacto con ellos». Ahora, la parte demandante le ha ofrecido otro pacto: 100.000 dólares y puede salir de España. Roonie, representado por el letrado Jaime Campaner, sólo quiere recuperar su pasaporte y reunirse con su familia: «Mi mujer está embarazada y me gustaría ver a mi hijo nacer».