Imagen del juicio por abusos sexuales celebrado en la Audiencia Provincial de Palma. | ultimahora.es

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La madre de una niña víctima de abusos sexuales compareció ayer ante un juzgado de instrucción de Palma para responder por una falta de coacciones de la que le acusa el presunto agresor de su hija. El denunciante de los hechos es Jaume Gelabert, ex líder vecinal de la asociación de Pere Garau-Columnas y que ha sido condenado a quince años de cárcel por la Audiencia Provincial por abusar de seis niños. Esta sentencia aún no es firme y está pendiente de que el Tribunal Supremo resuelva el recurso presentado por Gelabert. Mientras el Alto Tribunal decide, el acusado comparte ciudad con las víctimas, de las que tiene una orden de alejamiento.

Gelabert denuncia por un delito de coacciones a la madre de una de las víctimas y sostiene que la mujer acudió en mayo de este año a su casa y tocó el telefonillo con la intención de conocer su nuevo domicilio e intimidarle. En el juicio de faltas, la mujer negó haberse dirigido al denunciante, si bien admitió que pasa por delante de su casa porque le pilla de camino para ir al trabajo. Un testigo aportado por Gelabert ratificó su versión. La madre de la niña se enfrenta a una posible multa.


Absuelta

Si bien es la primera ocasión en la que el acusado de los abusos denuncia a esta mujer, ésta ya ha sido juzgada por hechos similares. La pareja de Gelabert la denunció hace unos años por un delito de injurias. En esta ocasión, la acusaba de colgar multitud de carteles en el barrio en el que se imputaban los abusos al ex líder vecinal y a ella se le acusaba de encubrirlos.

En este caso, un Juzgado de lo Penal de Palma exculpó a la madre de la niña abusada al entender que no había pruebas de que ella colocara los carteles. Según fuentes del caso, existen aún pendientes varias denuncias de Gelabert y su pareja contra la misma.

El acusado fue condenado una primera vez por abusos a las cinco niñas por la Audiencia Provincial. El Tribunal Supremo ordenó que se repitiera la sentencia y el fallo volvió a ser el mismo. Ahora, está pendiente de una decisión definitiva. La condena consideraba probado que a lo largo de varios años se aprovechó de su cargo en la asociación para realizar distintos tocamientos a niñas que tenían entre cinco y trece años de edad.