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Nuevo juicio por imprudencia a una matrona del Hospital de Manacor. Una comadrona se enfrenta a una pena de un año y tres meses de cárcel por provocar quemaduras de tercer grado a una parturienta.

Los hechos ocurrieron en mayo del año 2006. La matrona colocó una bolsa de suero caliente debajo de la víctima. Pretendía así favorecer las dilataciones. Sin embargo, el agua estaba demasiado caliente. La mujer que daba a luz no notó ese exceso de temperatura porque ya le habían puesto la epidural. De esta manera, según contó la víctima tuvo colocada la bolsa durante alrededor de dos horas. Cuando pasó este tiempo, su pareja -de acuerdo con la versión de la víctima- descubrió la quemadura.

La comadrona puso una pomada a la mujer y el parto concluyó con normalidad. Después, intervino un dermatólogo para tratar la quemadura, que en ese momento estaba calificada como de segundo grado. El médico dio el alta a la mujer. Unos días después, el dolor llevó a que fuera a urgencias. Una infección había agravado la quemadura que, en ese momento, era de tercer grado. La víctima tuvo que ser operada en Son Dureta y sufre serios perjuicios estéticos.

La comadrona explicó en el juicio que calentó en un microondas la bolsa de suero como hacía habitualmente y que comprobó la temperatura con las manos. Después, señala que lo cubrió con un paño y lo colocó. Además señala que las lesiones no eran tan graves cuando fueron detectadas en el paritorio.

Infección

En esa misma línea, la defensa interrogó también al dermatólogo de Manacor que la atendió. La tesis que sostiene es que la gravedad de los daños no era previsible ni fue responsabilidad única de la acusada. Sin embargo, el perito judicial, Javier Alarcón, defendió que la culpa fue exclusiva de la matrona y que las complicaciones de la quemadura formaron parte de la evolución del accidente.

Junto a la pena de cárcel, la Fiscalía solicita una inhabilitación de dos años y medio para la acusada y una indemnización de 46.000 euros a la víctima.