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El hermano del asesino confeso de Marta del Castillo, la novia de éste y Samuel Benítez han negado este miércoles su participación en la desaparición del cuerpo de la joven y han asegurado que no saben dónde está el cadáver, que en su día fue buscado de manera infructuosa en el río Guadalquivir, el vertedero de Alcalá de Guadaíra y en una zanja de la localidad de Camas, cercana al domicilio de la menor con la que Miguel Carcaño mantuvo una relación sentimental.

En este sentido, el fiscal del caso ha concluido los interrogatorios de los tres acusados con la misma pregunta: «*Dónde está Marta?», a lo que María García ha contestado: «No lo sé"; Francisco Javier Delgado: «Es algo que no sé ni he sabido nunca», y Samuel Benítez: «No sé dónde está el cuerpo de Marta ni le he preguntado a ninguno de ellos --en referencia a los otros tres imputados-- dónde está».

La tercera sesión del juicio ha comenzado a las 10,30 horas con la declaración de Samuel, quien, durante cerca de dos horas de interrogatorio, ha explicado lo que hizo durante el 24 de enero de 2009 y ha insistido en que, ese día, «nunca» pisó el domicilio de León XIII donde se produjo el crimen, asegurando así que todo lo declarado por Carcaño sobre su participación «es totalmente mentira».

«Coacciones y amenazas»

«Declaré que arrojaron el cadáver al río por las coacciones y amenazas» de la Policía, pues «en el momento de mi detención me dijeron que, o me inculpaba, o irían a por mis padres o por la que era entonces mi novia», ha explicado, añadiendo que «todos los detalles» ofrecidos en aquella declaración «son falsos».

Según ha dicho, la Policía le «indicó paso por paso lo que tenía que decir» mientras él «sólo asentía». «La Policía cogió un bolígrafo y una hoja en blanco, dibujó el puente, el carril bici y el bordillo, y me dijo que tenía que marcar el lado derecho» como el sitio de la pasarela de Camas «donde habíamos arrojado el cuerpo» de Marta.

En su testimonio, también ha afirmado que antes de que se detuviera al asesino confeso, el Grupo de Menores (Grume) de la Policía le ofreció colaborar para «sacarle información a Miguel», a lo que Samuel accedió aunque sin conseguir resultados. «Le dije que si sabía algo me lo dijera, pero me dijo que no tenía nada que ver, y me miró como diciendo 'ahora tú te vas a enterar'», ha afirmado, para concluir que la declaración de Carcaño fue una «represalia» por su intento de colaborar con las fuerzas policiales.

De cumpleaños en Montequinto

Respecto a lo sucedido el día 24 de enero, ha relatado que estuvo hasta las 19,00 horas en un cumpleaños en Montequinto, cuando se marchó con la que era su novia a un parque de la zona, y permaneció allí «hasta las 21,30 horas». «Después me acompañó hasta una hamburguesería, donde había más amigos; en este local estuvimoa hasta las 23,00 horas, tras lo que, ya en compañía de mi entonces novia, marchamos hacia un pub», ha declarado.

Samuel ha dicho que estando en aquel pub recibió una llamada de «la mejor amiga de Marta» preguntando por el paradero de la joven y de Miguel y él contestó que lo desconocía. «Como no tenía saldo en el teléfono móvil, le dije a la prima de mi novia que llamara a Miguel para que me llamara, porque quería saber dónde estaban y si habían tenido un accidente», ha asegurado.

«Estuvimos (en el pub) hasta cerca de las 2,00 horas, cuando mi novia me acompañó hasta la parada de autobús para marcharme a Sevilla; me monté en el autobús, me bajé en el Prado de San Sebastián y fui a mi casa, donde me llama la mejor amiga de Marta, me dice que están en Triana, y decido unirme a la búsqueda», ha señalado.

El hermano de Carcaño dice que no vio a Marta

Después de Samuel ha declarado el hermano de Miguel Carcaño, quien, igualmente, ha negado su participación en las tareas para hacer desaparecer el cuerpo, así como que amenazara al 'Cuco'.

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El hermano del asesino confeso ha asegurado que desde las 21.00 horas del 24 de enero estuvo en casa de su exmujer visitando a su hija; a las 23,30 horas salió a la calle para entregar las llaves del piso de León XIII a su novia, María García, que le llevó hasta el pub que regentaba, donde permaneció hasta las 3.00 horas.

Según su testimonio, la tarde del suceso estaba en el piso de León XIII, donde se presume que tuvo lugar el crimen, cuando sobre las 20.00 horas escuchó que se abría y cerraba la puerta y pensó que era su hermano.

«Le di una voz para que viniera al cuarto de baño (...) Miguel me dijo que iba a coger unos discos, y yo le pregunté si venía acompañado, a lo que me sonrió, así que entendí que venía con su novia de Camas para tener un poco de intimidad». Transcurridos no más de diez minutos, me marché (...) No escuché ningún ruido ni vi a nadie, ha asegurado.

«Contó su historia de ese momento»

El hermano de Carcaño ha dicho no recordar que su hermano mencionara el nombre de Marta, aunque ha apuntado que habría dado igual porque «no la conocía ni de nombre ni de rostro». «No recuerdo haber coincidido con ella en mi vida», ha señalado.

Siempre según su testimonio, tras cerrar el pub, se marchó a otro bar y, en torno a las 4,00 horas, llegó al piso de León XIII, en el que se encontraba su novia, durmiendo. «Entré y recibí un par de llamadas, una de una mujer que me dijo que había una chica que no aparecía, que creían que aquella tarde había estado con Miguel, y que estaban buscándola. (...) Lo llamé y se lo conté», ha señalado.

Conforme ha declarado, tras aquella llamada, Miguel Carcaño se presentó en el piso, en torno a las cinco de la mañana del 25 de enero y «contó su historia de ese momento», según la cual había dejado a Marta en su casa sobre las 21,30 horas.

«No vi nada raro»

«Cuando llegué a casa no olía a limpio, y no vi nada raro en la casa ni en el salón», ha indicado, diciendo que «le consideraba inocente de cualquier cosa» y que «estaba convencido de que no era culpable de nada» hasta el momento de su detención el día 13 de febrero de 2009, cuando se sintió «engañado por Miguel».

«Le pregunté en dos ocasiones más» por su posible implicación en los hechos y lo que ocurrió la noche del 24 de enero «y me siguió contando la misma historia», ha añadido. No obstante, ha reconocido que recomendó a su hermano no pasar por el barrio y que esa es la razón por la que Miguel Carcaño no participó en las tareas de búsqueda. «Confiaba plenamente en él, porque no se me podía pasar por la imaginación que hubiera hecho algo», ha aseverado.

Por último, María García ha asegurado que el día 25 de enero de 2009, sobre las 00,15 horas llegó a la vivienda de León XIII al objeto de estudiar, señalando que, al pasar por la puerta del dormitorio donde dormía Miguel Carcaño, notó un olor «extraño, pero no a amoniaco, sino un olor como de fregona un poco sucia de estas que hay en los bares».

Ha explicado que estuvo hasta las 2,00 horas estudiando en el salón, momento en el que se fue a dormir. «No escuché que nadie llamara ni a nadie levantar persianas», ha dicho, negando que viera a Miguel en torno a las 1,30 horas con una silla de ruedas. «Tampoco vi el cuerpo en el salón, ni ayudé a envolver a Marta ni vi que se la llevaran; esa noche sé que no entró nadie en el piso porque estuve allí toda la noche, por eso confío en Miguel», ha declarado.

adalquivir.