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El torrente de Mortitx, uno de los más peligrosos de Mallorca, se cobró ayer otra vida de un excursionista. Thomas John Day, un inglés de 24 años, cayó al interior de una poza llena de agua de seis metros de profundidad y fue rescatado horas después del fondo, ya cadáver.
De acuerdo con los datos facilitados por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma, el martes tres compatriotas británicos se desplazaron a Escorca para hacer el torrent de Mortitx. Cuando caía la noche, dos de ellos salieron de aquel paraje y denunciaron que habían perdido a Thomas. El GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de la Benemérita y los bomberos de Sóller se pusieron en marcha y comenzaron a recorrer el cauce del torrente, de forma exhaustiva.
El operativo duró más de doce horas y en la primera inspección no se halló ni rastro del desaparecido. Los expedicionarios, entonces, decidieron cambiar de táctica y revisar el interior de las pozas, que estaban llenas de agua. En el fondo de una de ellas, en efecto, apareció el cuerpo del británico, a unos seis metros de profundidad. Era madrugada avanzada, con una oscuridad casi total, y las labores de rescate fueron muy complicadas. Los bomberos y guardias civiles recibieron el apoyo de tres efectivos más y entre todos sacaron el cuerpo y lo llevaron, con grandes dificultades, hasta una zona despejada. A las ocho y media de la mañana, finalmente, el helicóptero de la Guardia Civil trasladó el cadáver hasta el hospital de Inca, y de ahí al instituto forense de Palma, donde se le practicará la autopsia.