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El Ajuntament de Palma ha ordenado a la Policía Local que vigile el recinto del cementerio de Palma para atajar la oleada de saqueos y profanaciones de tumbas de bandas que se llevan el metal para luego fundirlo.

La decisión se tomó ayer después de que Ultima Hora, desvelara que en las últimas semanas decenas de tumbas y nichos han sido asaltados por los ladrones, que han sustraído argollas, tiradores, marcos de las fotografías de los difuntos, puertas de altares y ornamentos metálicos. También un elevado número de letras con el nombre y la familia del fallecido han sido robadas.

Medidas

Fuentes municipales explicaron ayer que la situación no había trascendido porque la gran mayoría de afectados por los saqueos no han interpuesto denuncia. «Que se hubieran quejado a la policía nos habría ido muy bien para saber lo que estaba pasando, aunque ahora es un poco tarde para muchas tumbas, que han sido víctimas de robos», reconocieron.

Para evitar de ahora en adelante que las bandas sigan sustrayendo metales en el camposanto palmesano, la Policía Local de Palma está ultimando un operativo para cubrir las zonas más abandonadas del recinto y coordinar la vigilancia con los vigilantes de seguridad que ya custodian aquellas instalaciones. «La cuestión es que la policía y la seguridad privada no vigile la misma área, sino que esté en contacto y se coordine», explicaron.

Otro detalle que ha trascendido es que se instalarán en breve otras dos cámaras de seguridad en el cementerio, que se suman a las dos que ya existen hasta el momento.

Fuentes policiales informaron que el material saqueado en estas últimas semanas ha sido vendido al peso en empresas de Palma que funden metales. Desde algunos sectores se han quejado que estos negocios parece que gozan de cierta protección, tanto en Palma como en la Part Forana.