Imagen de la acusada cuando fue puesta a disposición judicial en Palma. | Alejandro Sepúlveda

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El juez ha denegado la petición de la defensa de excarcelación de Verónica D.M., de 26 años, acusada de matar a finales de agosto a su pareja sentimental en los edificios Pullman de Cala Major, en Palma.

Según información a la que ha tenido acceso Ultima Hora, la Policía Nacional localizó en la ropa que llevaba la arrestada restos de una sustancia, que con casi toda seguridad se trata de sangre de la víctima, Francisco C. A., de 25 años.

Verónica D.M. declaró a los agentes del Grupo de Homicidios que se cambió de ropa porque hacía mucho calor. Acto seguido, la arrestada limpió las prendas, pero aun así, los agentes de la Policía Científica consiguieron encontrar restos de sangre. Del mismo modo, también localizaron gotas de sangre en el difusor de la ducha del cuarto de baño.

Dichas muestras han sido remitidas a un laboratorio especializado de la Península con la finalidad de confirmar que la sangre era de la víctima.

Testigos

La defensa de la única acusada y detenida -en prisión provisional sin fianza desde entonces- , se complica con el paso de los días. Al parecer, varios testigos presenciales de los edificios, han testificado que vieron a la mujer salir del apartamento a una hora diferente a la que ella declaró en un primer momento.

Por otra parte, el juzgado invalidó una de las pruebas del caso. Se trataba de unas tijeras que, en un primer momento, se pensó que podían tratarse del arma del crimen, pero que poco después el forense responsable del caso descartó por completo que fuese el objeto utilizado para acabar con la vida de Francisco.

La detención de la joven se produjo cuando los investigadores comprobaron que había muchos datos de su versión que no cuadraban y todos los indicios apuntaban a que se trataba de un homicidio.

Por otra parte, algunos familiares del fallecido, mostraron su indignación dado que el juzgado tardó casi un mes en entregarle el cuerpo sin vida de su ser querido para poder darle sepultura. El retraso se debió a que al no localizar el arma del crimen se le realizó una autopsia más exhaustiva y se realizaron distintas pruebas para tratar de aportar más pruebas a los responsables del caso.