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Las sospechas recabadas en la zona donde se declaró el incendio que en la noche del domingo obligó a evacuar Roca Llisa se confirmaron con la detención de un indigente de 36 años como presunto responsable de su inicio y de las 92,3 hectáreas que finalmente se han considerado calcinadas (83,7 hectáreas son de pinar y el resto, 8,6, de vegetación agrícola). Según las primeras informaciones recogidas por este periódico, el propio sospechoso relató que se proponía hacer una «paella» cuando el fuego «se le escapó».

La Direcció General d'Interior, por su parte, confirmó sus previsiones más halagüeñas y a primera hora de la mañana de ayer dio oficialmente por controlado el fuego. Las investigaciones iniciadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que como adelantó este periódico apuntaban claramente a una negligencia en el Puig de Can Vich, se concretaron a última hora de la tarde de ayer con la detención de un varón de 36 años sin oficio ni beneficio conocido, con indumentaria rasta, y, al parecer, habitante de una casa abandonada en la zona. Los vecinos aseguraron que dicho individuo había plantado marihuana junto a esta vivienda y que eran habituales a diario las hogueras. Al respecto, dentro del dispositivo contraincendios, se hablaba durante esas horas de un «Benirràs dos» en recuerdo de la fogata con 'hippys' que supuestamente originó el incendio de agosto de 2010 en Sant Joan.

El sospechoso estaba siendo interrogado ayer para poder aclarar todos los extremos de su presunta relación con una imprudente hoguera que se encendió en una finca colindante con el campo de golf y cuando precisamente un fuerte viento azotaba la Isla. Se da la circunstancia que durante la jornada se entregó en Comisaría un joven con problemas mentales acusándose pero rápidamente se descartó su concurso en el incendio.