Dominique, en el hospital. | ALEX SEPULVEDA

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La jornada marinera de Dominique, un ciudadano alemán de 38 años, acabó el pasado viernes en drama. De forma accidental, su pierna derecha quedó atrapada en la hélice de una lancha, en aguas de Banyalbufar, y durante más de una hora el hombre permaneció atrapado en el motor, con terrible dolores. Ayer, la víctima habló con Ultima Hora en su habitación del hospital de Son Llàtzer, donde se recupera de las lesiones.
«Ha sido terrible, pero puedo contarlo», aseguró el alemán, acompañado de su padre, que no se separa de él.
Esquí acuático
El extranjero, en compañía de unos amigos, estaba realizando esquí acuático sobre un flotador -tipo 'donut'- cuando perdió el equilibrio y cayó al agua: «La lancha se paró enseguida, pero cuando yo me acerqué la hélice del motor seguía moviéndose».
Dominique fue literalmente tragado por la turbina, y las aspas de la hélice le engancharon la pierna, que quedó malherida. Sus compañeros dieron aviso desde la lancha y hasta Banyalbufar se desplazaron efectivos de Salvamento Marítimo, la Guardia Civil, la Cruz Roja y un helicóptero de rescate. El problema, sin embargo, radicaba en que el bañista no podía sacar la pierna del motor y perdía bastante sangre. «Lo pasé muy mal, con mucho dolor», recuerda Dominique.
Durante más de una hora el hombre permaneció atrapado junto a la embarcación, sin que pudieran liberar la pierna, que estaba fracturada al menos en dos partes y presentaba pérdida de masa muscular.
Al final, los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil pudieron liberar la extremidad y el ciudadano alemán fue evacuado hasta el hospital de Son Llàtzer. «El mismo viernes me operaron, porque tenía fracturas. Nadie se explica lo que me pasó. Ahora me estoy recuperando, pero tengo para una temporada. Ha sido una experiencia muy fuerte».