El regidor de Seguretat Ciutadana, Guillermo Navarro, ha visitado las rutas forestales de los Bomberos de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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El verano ha sido muy complicado y la presencia de pirómanos en diferentes puntos de la Isla ha provocado que los equipos de extinción extremen sus precauciones.
El concejal de Seguretat Ciutadana, Guillem Navarro, visitó ayer, junto a un grupo de periodistas, las ocho rutas forestales utilizadas por los Bombers de Palma en Na Burguesa y Gènova destinadas al suministro de agua y acceso a las zonas boscosas. Estas áreas colindan con Calvià, en concreto con Bendinat y Costa d'en Blanes, por lo que la vigilancia se lleva a cabo en colaboración con los efectivos de Bomberos y Policía Local de Calvià.
Del mismo modo, el Seprona de la Guardia Civil y el Ibanat del Govern balear son los encargados de coordinar la labor de vigilancia de los bomberos y policías locales de Palma y Calvià en estas zonas. Además, los helicópteros de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía realizan pasadas periódicas por la zona para tratar de detectar la presencia de personas sospechosas. La principal causa de este refuerzo, según Navarro, son los conatos de incendio que se han registrado este verano y que han levantado las sospechas de Bombers de Palma y Policía Local. De hecho, entre junio y octubre de 2010 se patrullaron estas rutas 163 veces, mientras que este año, desde junio y hasta la fecha, se han superado ya los 265 recorridos.
En medio de la montaña hay dos grandes depósitos preparados para suministrar agua a los equipos de extinción.