Una dotación del CNP acudió al hospital de Son Espases. | Alejandro Sepúlveda

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La Guardia Civil interroga hoy a los padres de una bebé de Mallorca de 15 meses que presuntamente ha sufrido abusos sexuales y que ayer fue ingresada en el hospital de Son Espases, cuyos servicios sanitarios dieron aviso a la Policía de que la menor presentaba síntomas de haber sido agredida sexualmente.

Fuentes de la Guardia Civil han informado de que por el momento no hay detenidos y que la investigación está bajo secreto al tratarse de una menor.

Además de a los padres, que son latinoamericanos, la Benemérita también interrogará a otras personas que viven con ellos en un «piso patera» de Santa María (Mallorca).

Del caso se encarga el EMUME, el Equipo de Mujer y Menores de la Guardia Civil que investiga este tipo de sucesos.

Ingesada en Son Espases

La niña, de 15 meses de edad, ingresó ayer tarde en el hospital de Son Espases con signos de haber sido violada.

En un primer momento el SAF (Servicio de Atención a la Familia) del Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la investigación, pero después el caso pasó a manos de la Guardia Civil porque los hechos habían ocurrido en la localidad de Santa Maria.

El caso se descubrió cuando la menor ingresó en Son Espases con lesiones en sus partes íntimas y desde el hospital dieron la voz de alarma. De acuerdo con los datos recabados por este diario, a media tarde de ayer los médicos del hospital contactaron con el juzgado de guardia para comunicar el ingreso de la menor y, sobre todo, las sospechas de que había sufrido abusos sexuales muy graves.

Desde el juzgado de Vía Alemania se puso en marcha el protocolo habitual en estos casos y un forense examinó a la pequeña. A continuación, el Cuerpo Nacional de Policía fue alertado de la situación y el SAF comenzó a investigar el entorno de la menor. Sus padres parecen ser que son inmigrantes de origen sudamericano y estaba previsto que fueran interrogados para conocer qué había sucedido exactamente con la niña de 15 meses.

Después se descubrió que la niña vivía en un 'piso patera' de Santa Maria y que había varios sospechosos de la violación, que la Benemérita buscaba.

Los agentes creen que el agresor es alguien del entorno más próximo de la pequeña.