En los juzgados, la presencia del corpulento boxeador causó una gran expectación. | J.B.

TW
55

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron en la madrugada de ayer a la detención de un boxeador profesional y culturista por agredir a más de quince personas en el Passeig Marítim de Palma.

Los hechos se remontan sobre las 06.05 horas, en las inmediaciones de la zona de ocio ubicada en las proximidades del hotel Palas Atenea. Numerosas llamadas alertaban a la policía de que había un gigante culturista pegando a todo el mundo.

Rápidamente, numerosas dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta el lugar. Cuando llegó el primer coche patrulla el panorama que se encontró era propio de una película. Un joven boxeador de 25 años de edad, una corpulencia física espectacular y más de un centenar de personas huyendo del lugar aterrorizadas con las manos en alto. El altercado fue de tal magnitud que se cortó la circulación en ambos sentidos del Passeig Marítim.

Causas

Al parecer y, según numerosos testigos, el turista se encontraba acompañado de dos chicas. Por causas que se desconocen, pero que están siendo investigadas, pasaron por delante de un grupo de jóvenes de nacionalidad española que, supuestamente, se dirigieron a las féminas en tono cariñoso. En ese momento, el boxeador profesional enfureció, se quitó la camiseta y dejó ver su torso (totalmente tatuado) y su musculatura. Acto seguido, sin mediar palabra alguna la emprendió a golpes contra todos los que se cruzaban a su paso sin hacer distinción de edades ni sexo.

El número de afectados supera la quincena, pero aproximadamente una decena de personas sufrieron daños de consideración y está previsto que interpongan denuncia. El joven suizo mide 1,87 y pesa más de 120 kilos. Según varios testigos consultados por Ultima Hora, el culturista «levantaba a la gente como si fuesen plumas y cada vez que daba un puñetazo la gente se iba al suelo. No es normal. Todo el mundo pensaba que a lo mejor había tomado algo», concluye un testigo.

Lo que desconocía el fornido turista es que en la primera patrulla que llegó al lugar de los hechos uno de los agentes es experto en reducción de personas en actitud hostil, cuenta con un peso superior a los 100 kilos y experto en numerosas técnicas de lucha.
Ante más de 150 personas el agente se acercó al turista, se lanzó al cuello y, sin causarle lesión alguna, hizo que el gigante cayese desplomado. Inmediatamente sus compañeros acudieron en su ayuda porque debido a la masa muscular del detenido los brazos no torsionaban y no podían proceder a ponerle los grilletes. El trabajo realizado por el equipo de zetas de la Policía Nacional fue reconocido por más de un centenar de personas que rompieron en una gran ovación para los agentes. La pesadilla finalizó, el arrestado se enfrenta a los delitos de resistencia grave a la autoridad, lesiones y alteración del orden público. El balance de heridos supera la decena.