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Un trabajador de una empresa de handling del aeropuerto de Palma, que se encargaba de recoger las maletas que se quedaban perdidas en las cintas transportadoras para depositarlas en un lugar custodiado, ha sido detenido por sustraer objetos de electrónica e informática del interior de las maletas de los viajeros.

El presunto ladrón, identificado como Pedro R.S., de 34 años, robaba equipos fotográficos, portátiles, ipods y discos duros externos, entre otros objetos, y tras «limpiar» su contenido los ponía a la venta, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Baleares.

Además del trabajador aeroportuario, que ha sido acusado de varios hurtos y el robo de una caja fuerte, también ha sido imputado por receptación uno de los compradores de los efectos sustraídos por el detenido.

La detención de Pedro R.S. ha sido posible gracias a un operativo conjunto llevado a cabo por vigilantes jurados del departamento de seguridad de AENA, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía.

El presunto ladrón se encargaba de recoger las maletas que se quedaban perdidas en las cintas transportadoras para depositarlas en un lugar custodiado, por lo que tenía «un acceso privilegiado a éstas y a la zona de llegadas de pasajeros», según la policía.

Esta actividad le permitía «en algunas ocasiones» apoderarse del contenido de las maletas, especialmente los efectos electrónicos.

El trabajador había sido sometido a vigilancia cuando, el pasado viernes, fue sorprendido mientras trataba de «borrar» el contenido de algunos efectos que había sustraído.

Una vez examinados, los agentes constaron que alguno de los aparatos pertenecían a turistas alemanes, uno de los cuales fue identificado ya que había presentado una denuncia por hurto de su mochila mientras esperaba la recogida de sus maletas en la zona de llegadas del aeropuerto.

La policía comprobó que Pedro R. había sustraído también el contenido de una caja fuerte de la empresa para la que trabaja y que estaba destinada a guardar los efectos que los viajeros pierden en los aviones hasta que éstos son requeridos por sus legítimos propietarios.

Alguno de estos objetos, valorados en más de 1.200 euros, han podido ser recuperados.