Los padres adoptivos de Miguel Àngel, el niño de origen rumano de siete años que quedó en coma en el verano de 2006 tras ser agredido presuntamente por su madre en su casa, en Llucmajor, Mallorca, durante la tercera jornada del juicio que se está celebrando en la Audiencia provincial de Palma. | MONTSERRAT T DIEZ

TW
1

El ministerio fiscal ha decidido mantener la petición de pena de 45 años para la madre y el padre adoptivos del niño que quedó en coma tras recibir una supuesta paliza y los acusa de un delito de lesiones y de maltrato habitual, ejecutado por la madre y omitido por el padre.

La acusación particular presentada por el Consell de Mallorca (institución que tutela al niño que ha quedado con un 98% de minusvalía) pide una pena de 15 años para la madre por los mismos delitos que la Fiscalía y de 11 años para el padre.

Sin embargo, la defensa del padre solicita su completa absolución al considerar que él desconocía que se produjera maltrato alguno hacia el niño y que, ante las lesiones que se produjeron el 6 de junio de 2006 y derivaron en un coma que ha dejado al niño en estado vegetativo, él no ocultó nada, dijo lo que había dicho su mujer.

Visto para sentencia

La defensa de la madre ha solicitado dos años de pena de prisión por un delito de maltrato en concurso con lesiones imprudentes, alegando que no existen pruebas que sustenten la acusación de agresiones habituales y que los hechos de junio se hicieron sin pensar en que pudiera tener consecuencias tan graves como tuvo.

El juicio que se inició la semana pasada ha quedado hoy visto para sentencia después de la declaración de cinco testigos de la defensa -amigos y vecinos de los acusado que coincidieron en afirmar que ninguno había visto ningún síntoma o indicio de maltrato en el niño- y de que la Fiscalía presentase sus conclusiones definitivas.