Jahn, propietario del bar Isla de Barú, refugió al joven al que los tres gitanos querían matar. | Alejandro Sepúlveda

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Tres varones, todos ellos de etnia gitana y de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, trataron presuntamente en la madrugada de ayer de secuestrar a un conocido comerciante de la zona de Cala Major y acabar con su vida.

Los hechos se produjeron sobre las 04.50 horas en las inmediaciones de la discoteca La Bamba, sita en la confluencia de Joan Miró con la carretera de Gènova. En ese momento, un joven comerciante de la zona que a su vez es el propietario de una cafetería, estaba tomando unas copas en la citada discoteca y al hacerse tarde decidió marcharse a casa. En ese momento, según nos relata la víctima, «yo me iba hacía casa y me rodearon tres jóvenes gitanos. Iban muy borrachos y comenzaron a seguirme. En un momento dado trataron de meterme en el coche para llevarme con ellos. Yo me negué por completo. Me dio la sensación de que querían robarme y por eso emprendí la huida», relata José.

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«Pasados unos minutos acudí hasta un bar que está en las inmediaciones llamado Isla de Barú, pero estaba cerrado. Toqué a la puerta y me abrieron. En ese momento fue cuando llegaron los tres gitanos e intentaron acabar con mi vida», concluye.

La víctima insiste en que no conocía de nada a sus presuntos agresores y que el móvil era únicamente el robo.
Jahn, propietario del bar Isla de Barú, donde se refugió la víctima, afirma: «El establecimiento estaba cerrado y nosotros estábamos en el interior. Fue todo muy rápido. Así como pude conseguí que uno de los chicos saliese del local, pero inmediatamente me percaté de que venían dos más con un hacha en la mano y un cuchillo. Nos encerramos dentro del local -que dispone de barrotes de hierro- y comenzaron a dar hachazos en los cristales y la puerta. La han destrozado por completo. La rápida actuación de la policía y los barrotes de hierro han evitado que un par de personas muriesen asesinadas», añade.

«Yo no quiero problemas con nadie, pero esta gente es muy peligrosa. Iban drogados o muy borrachos. No sé quiénes son ni lo quiero saber. Sólo quiero vivir tranquilo y olvidarme del tema. Esta gente es muy peligrosa», concluye Jahn.

Rápidamente, agentes del Cuerpo Nacional de Policía se personaron en el lugar y consiguieron que los presuntos agresores cesaran en su intento de agresión y emprendiesen la huida en dirección a Calvià.

Acto seguido, el CNP solicitó ayuda a los compañeros de la Guardia Civil de Calvià y a las diferentes policías locales para tratar de interceptar el vehículo en el que huyeron los delincuentes.

Por el momento no se han producido detenciones, pero no se descarta que en los próximos días pudieran realizarse.