Furgón policial con Miguel Carcaño a su llegada a la Audiencia de Sevilla donde en el Juzgado de Menores número 3 comienza la segunda sesión de la vista oral, a puerta cerrada, contra Javier G. M., apodado "El Cuco", el único menor de los cinco acusados por los hechos que desembocaron en el asesinato de la joven Marta del Castillo, de cuya desaparición se cumplen hoy dos años. | Jose Manuel Vidal.

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La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha decidido que un tribunal profesional, y no un jurado popular, sea el encargado de enjuiciar la violación y el asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo.

El alto tribunal andaluz, con sede en Granada, desestima así íntegramente a través de un auto, al que hoy ha tenido acceso EFE, los recursos de apelación interpuestos por la Fiscalía y la acusación particular, que ejercen los padres de la joven fallecida en Sevilla en 2009.

La decisión del TSJA afecta a los cuatro adultos que tienen pendiente el juicio como autores o cómplices del homicidio, y que precisamente hoy han sido citados como testigos en el proceso en el que se enjuicia, también por estos hechos, al menor de edad apodado «El Cuco».

Este pronunciamiento confirma el auto del magistrado de la Audiencia de Sevilla designado presidente del jurado, Javier González, que ordenó que el caso fuese enjuiciado por un tribunal profesional a la vista de la última jurisprudencia del Tribunal Supremo.

No han declarado

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Los tres primeros adultos que han sido citados como testigos en el juicio contra el menor apodado «El Cuco» acusado de la muerte de Marta del Castillo se han acogido hoy a su derecho a no declarar alegando indefensión.

El abuelo de Marta, Jose Antonio Casanueva, ha dicho a los periodistas en un receso del juicio, que se celebra a puerta cerrada, que el juez ha reproducido el vídeo con la reconstrucción de los hechos en el piso de Sevilla donde supuestamente ocurrió la muerte de Marta, en enero de 2009, pero el asesino confeso, Miguel Carcaño, ni siquiera lo ha mirado.

Tanto Carcaño como su amigo Samuel Benítez, acusado de ayudar a deshacerse del cadáver, y un tercer testigo, se han acogido a su derecho a no declarar alegando indefensión porque sus abogados, aunque estaban presentes, no tenían derecho a preguntar o repreguntar, han dicho a EFE estos letrados.

El juez ha dejado constancia de las preguntas que pensaban formular el fiscal y la acusación particular, han añadido las fuentes.

El abogado de Samuel Benítez, Manuel Caballero, ha asegurado a EFE que incluso a su cliente sólo le han leído sus declaraciones a la Policía y no en el juzgado, donde se retractó de su primera confesión.