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El colegio público Miquel Duran i Saurina de Inca ha sufrido hasta catorce robos desde que comenzó a funcionar, hace poco más de dos años.


El último capítulo del serial de robos se produjo durante las pasadas fiestas de Navidad, cuando los delincuentes entraron «día sí y día también», según los responsables del centro, y se llevaron un ordenador, un reproductor de DVD y un descodificador de TDT, entre otros objetos, valorados en unos 2.000 euros. Los cuerpos de seguridad sospechan de una pandilla de jóvenes que a menudo pasa las tardes cerca del centro escolar.


La facilidad para entrar en el CEIP Miquel Duran i Saurina radica en la construcción del edificio, una tarea que hizo el Govern, y en su mantenimiento, cuya responsabilidad recae en el Ajuntament d'Inca. Sobre la construcción, cabe señalar que el perímetro de vallas que rodea el centro es exageradamente bajo. Cualquier joven puede salvarlo con un simple salto. El edificio tampoco dispone de persianas que impidan acceder por las ventanas. Por otra parte, el colegio no cuenta con alarma desde que unos ladrones la estropearon hace más de un año. El Ajuntament se ha comprometido ahora a reinstalarla.