La Benemérita montó controles a la entrada y salida de Inca en busca del sospechoso. A la derecha, dos agentes de la Policía Judicial, en el banco. | Alejandro Sepúlveda

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¿Un hampón con miedo escénico? Un delincuente armado con una pistola, y que ocultaba su rostro tras unas gafas, un gorro y una bufanda, protagonizó ayer un curioso atraco en una sucursal bancaria de Inca: entró, amenazó y huyó sin el botín. Todo un fiasco.

El atraco se produjo poco antes del cierre de Caja Madrid, en la Gran Vía Colón, cuando un joven que hablaba español accedió a la oficina y esgrimió una pistola. Todavía no está claro si el arma era real o simulada, pero el desconocido exigió a la empleada que el entregara el dinero de la caja. La cámara de seguridad grabó toda la secuencia, lo que ha permitido confirmar a los investigadores que se trata de un muchacho alto, delgado y que intentó por todos los medios esconder su rostro.

En los segundos que duró el atraco parece ser que hubo algo que alteró al sospechoso, que al final desistió y se dio a la fuga a toda prisa. La Guardia Civil montó un gran dispositivo de búsqueda y controló las entradas y salidas de Inca, tanto en la autopista como en el carretera vieja. Los especialistas de la Policía Judicial, mientras tanto, se entrevistaron con el personal de la oficina asaltada y revisaron la grabación, en la que se ve perfectamente al atracador. Las unidades que buscan al joven ya cuentan con una copia de su fotografía. Los investigadores creen que su detención podría estar próxima.