En este piso de Dénia el padre mató a su hijo y luego se quitó la vida. | Efe

TW
2

Las primeras pesquisas policiales por la muerte en Dénia (Alicante) de un niño de 4 años, después de que su padre le disparara con un arma de fuego y éste luego se suicidara, apuntan a un episodio de «desequilibrio mental» derivado del proceso de divorcio que el ahora fallecido y su mujer habían iniciado.

Así lo han indicado a Efe fuentes próximas a la investigación, las cuales, no obstante, no descartan otras hipótesis.

En este sentido, personas del entorno del parricida han indicado a Efe que el hombre, de 35 años de edad, «no llevaba bien» la separación y la relación personal que aún mantenía con su mujer «no era nada buena».

«La pareja ha tenido problemas de convivencia», han señalado estas mismas fuentes, que han mostrado su consternación por este suceso.

Al parecer, el ahora fallecido era aficionado a la caza y en más de una ocasión se había desplazado a otras provincias españolas para practicar este deporte.

Este dato es ahora investigado por las fuerzas de seguridad con el fin de conocer si el arma utilizada por el hombre para matar a su hijo y acabar con su propia vida era de su propiedad.

El suceso se ha producido esta pasada noche en una vivienda de la avenida Miguel Hernández, en el centro urbano de Denia, en la que residían el padre y el hijo, ya que la madre, a raíz de la ruptura de la convivencia vivía en Barcelona.

Por causas aún no aclaradas, el hombre ha disparado contra su hijo y, posteriormente, se ha suicidado. Vecinos de inmuebles colindantes han indicado que no escucharon los disparos y que tuvieron conocimiento de que «algo malo había ocurrido» cuando observaron la llegada de vehículos policiales y sanitarios.

Los cadáveres fueron encontrados por una de las dos hermanas del ahora fallecido, después de que ésta, que fue quien alertó a los servicios de emergencia, decidiera acudir a la vivienda y entrar a la misma. Fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) han explicado a Efe que los facultativos desplazados al lugar del suceso no pudieron hacer nada por salvar ninguna de las dos vidas.