El acusado, ayer ante la Sección de Refuerzo de la Audiencia. | ALEX SEPULVEDA

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Un octogenerio reconoció ayer en la Audiencia Provincial de Palma que cometió diversos abusos sexuales a las tres nietas de su mujer cuando las niñas tenían entre cinco y catorce años de edad. El acusado reconoció los hechos por los que le acusaba la Fiscalía y su defensa concordó también los delitos. Sin embargo, será el Tribunal quien determine la pena, dado que la conformidad no llegó a este extremo.

De esta manera, la Fiscalía y la defensa están de acuerdo en que se produjeron cinco delitos sexuales diferentes. Sobre las penas, el Ministerio Público reclama que se le impongan once años de prisión y la defensa cinco y medio. La disparidad de las peticiones se explica en que la defensa pide que se tenga en cuenta el atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada, dado que los hechos se produjeron en los años noventa y que la instrucción se prolongó sin motivo. La Fiscalía acepta este atenuante, pero en grado menor. El acusado inició los abusos con la nieta mayor cuando esta tenía ocho años y le pedía que le llevara la toalla al baño, donde abusaba de ella. Esta menor sufrió otro episodio cuando cumplió los catorce. El acusado también admitió que obligó a una de las menores a hacerle una felación cuando ésta tenía diez años de edad y que manoseó a otra cuando sólo tenía cinco años. Junto a la pena de cárcel, la Sala también fijará una orden de alejamiento para el acusado.