Un avión griego descarga agua en una de las zonas devoradas por las llamas. | Reuters

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Israel tardará aproximadamente una semana en sofocar el mayor incendio de su historia, calculó ayer su cuerpo de bomberos, mientras sigue llegando ayuda internacional para tratar de controlarlo.

En una rueda de prensa en el centro de operaciones en Haifa, en el norte del país, los bomberos indicaron que el fuego sigue activo en seis áreas.

No obstante, la policía ha dado permiso para regresar a sus casas a varios evacuados, entre ellos los residentes de Denia, el único barrio de Haifa (la tercera ciudad de Israel) que había sido desalojado.

«Somos cuidadosos con el empleo de la palabra 'control', pero estamos viendo algún debilitamiento del fuego», señaló el portavoz policial, Micky Rosenfeld.

Viento

Como sucedió el viernes, la aparente mejora puede quedar en espejismo de madrugada por la imposibilidad de los aviones apagafuegos de operar de noche y los constantes cambios del fuerte viento, que complican la labor de extinción.

El portavoz policial señaló que las llamas podrían estar bajo control en las próximas 24 o 48 horas, en función de los fenómenos meteorológicos.

La pasada madrugada el fuego alcanzó el moshav (una granja colectiva similar a un kibutz) Nir Etzion; Ein Hod, un conocido poblado de artistas; y la reserva natural Hai-Bar.

Las localidades habían sido desalojadas el jueves, en el primer día del incendio, pero algunos residentes regresaron a sus hogares, por lo que ayer los bomberos tuvieron incluso que sacar a siete personas de una casa en llamas, informa la radio militar israelí. Israel ha tenido que recurrir a la ayuda internacional para combatir el fuego porque carecía de los medios para hacerlo en solitario.

En una rueda de prensa esta tarde en el centro de operaciones en Haifa, el primer ministro Benjamín Netanyahu salió al paso de la indignación por la falta de preparación del país con el argumento de que no conoce «ningún Estado que haya podido acabar con un fuego así sin ayuda exterior». Netanyahu subrayó que «el pueblo de Israel está unido y los pueblos del mundo trabajan junto al pueblo de Israel», lo que «no es algo pequeño».