El niño fue encontrado en una malera en Binidalí. | Laura Pons Bedoya

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El niño de la maleta de Maó tenía nueve años cuando murió, en 2008, y fue su propia madre la que ocultó el cuerpo. El Grupo de Homicidios ha esclarecido el caso en un tiempo récord y ha detenido a la progenitora, que sostiene que la muerte fue accidental. Los investigadores tienen dudas y no descartan que Mónica J.F. lo matara y después se inventara la historia de que el menor se había ido con su familia fuera de Balears, para no levantar sospechas. El CNP no descarta que la madre descuartizara el cuerpo de su hijo, ya que no han aparecido todos los huesos.

La mujer, que tiene 30 años y reside en Maó, y en la actualidad tiene pareja estable -que no es el padre del niño muerto- y también trabajo. En la primavera de 2008 su hijo, de nombre César y que tenía 9 años, murió. Ella sostiene que lo encontró muerto y se asustó, pero la policía no entiende ese razonamiento: «Si murió de forma accidental lo normal es que una madre llame a una ambulancia o a la policía. Nunca que decida esconder el cuerpo por su cuenta y riesgo», informó un mando policial.

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Otro dato que no ha quedado suficientemente claro es por qué la mujer introduce las ropas del niño, sus cómics favoritos, sus cromos y sus dos juguetes predilectos -una araña y un escorpión en cubiletes de metacrilato- en la maleta roja donde esconde el cuerpo. La primera hipótesis es que tratara de despistar a sus allegados de Maó, ya que supuestamente en niño se había marchado fuera de Menorca y es lógico que se llevara sus pertenencias. Otra posibilidad es que la mujer, a modo de ritual, se despidiera del niño con todas sus pertenencias, para no soportar el calvario psicológico de ver a diario todos esos efectos en la casa.

La detenida fue localizada en la tarde noche del viernes y ayer pasó su primera noche en los calabozos de la comisaría de Maó.