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La Fiscalía solicita 13 años de prisión para un hombre acusado de agredir sexualmente a una menor de 14 años en casa de unos amigos, donde condujo a la presunta víctima a una habitación en la que consumó estos hechos mientras el resto se encontraba en el comedor viendo vídeos musicales. El inculpado será juzgado el próximo martes, a partir de las 10.15 horas, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma.

El Ministerio Público reclama además que Samuel O.O., de nacionalidad nigeriana, indemnice con 12.000 euros a la menor por los daños morales, así como una fianza de responsabilidad civil por la misma cantidad a fin de garantizar las responsabilidades pecuniarias que se deriven de este proceso.

En concreto, los hechos sucedieron el 7 de septiembre de 2009 en una vivienda situada en la Avenida Ses Puntetes de Cala d'Or, adonde, según relata la acusación en su escrito de calificación provisional, acudió la afectada después ya que una amiga quería presentarle al procesado, que entonces contaba con 37 años.

Una vez presentados, y tras rechazar la joven la bebida que él le ofreció, el acusado le dio un beso y de inmediato le agarró del brazo, la llevó a la habitación situada junto al salón y, una vez dentro, la empujó sobre el colchón, comenzando a desnudarse y también a quitarle a ella la ropa. Fue en ese momento cuando, de acuerdo al escrito de la Fiscalía, el inculpado comenzó a abusar de la menor aprovechando la corta edad de la víctima -él sabía que tenía 14 años ya que se lo había preguntado previamente- y la superioridad que suponía la diferencia de 18 años entre ambos.

Pese a que la víctima lloraba, gritaba y cerraba las piernas, él continuó abusando de ella hasta que ésta desistió en sus gritos después de un minuto, debido al elevado volumen de la música. Tras consumar los hechos, el procesado salió de la habitación para vestirse y cuando en el salón le preguntaron si estaba bien y qué había pasado, respondió que estaban esperando a la menor y que tenía que marcharse.

Cuando la presunta agredida abandonó la vivienda, se dirigió con su ciclomotor a casa de una amiga, donde relató lo sucedido y pidió que la acompañaran a un centro médico para que le recetaran la píldora del día después. Tras ello, la menor, que nunca había mantenido relaciones sexuales, decidió denunciar los hechos aconsejada por su primo, a quien también contó lo ocurrido.