Alejandro de Abarca, de 32 años, en los Juzgados de Inca poco antes de ser trasladado a prisión. | Alejandro Sepúlveda

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Un laboratorio de Madrid se encarga de analizar las muestras biológicas tomadas al asesino confeso de Ana Niculai para comprobar si abusó de ella. Ésta es una de las incógnitas que quedan por resolver en el caso. Alejandro de Abarca negó en su declaración ante la juez haber abusado de la joven rumana de 25 años, aunque los investigadores sospechan que pudo ser así. De momento, al sospechoso se le imputan los delitos de asesinato, detención ilegal, quebrantamiento de condena, robo y conducción temeraria, dado que no tenía carnet de conducir.

El hecho de que el cadáver estuviese totalmente calcinado hizo imposible hallar indicios de abusos sexuales en el cuerpo. Por ello, un forense tomó muestras biológicas a Alejandro de Abarca en sus órganos sexuales para averiguar si abusó de la víctima.

Células

Estas muestras se han enviado a la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid, y están en proceso de análisis en un laboratorio de la capital. En caso de encontrarse células de la joven en las muestras recogidas, se constataría la existencia de abusos sexuales. El resultado de los análisis puede conocerse en los próximos días, o quizás semanas, y será remitido al juzgado que instruye el caso.

Alejandro de Abarca fue detenido una semana después de cometer el crimen. El arrestado, de 32 años y que se encontraba disfrutando de un permiso carcelario, atacó a la joven en su párking de la calle Jeroni Pou de Palma, el lunes 19. Por la noche apareció el vehículo quemado con el cadáver dentro en el Camí de s'Amarador, entre Muro y Can Picafort, en la zona de s'Albufera. El asesino huyó y fue detenido al cabo de una semana en el interior de un torrente en Selva. Dos días después pasó a disposición judicial e ingresó en prisión. A lo largo de la semana en que estuvo huido, Alejandro de Abarca podría haberse limpiado con el objetivo de eliminar los restos de la joven en caso de haber abusado de ella.

No obstante desde la investigación confían en que los análisis de las muestras biológicas que le fueron tomadas arrojen luz a la incógnita, «porque si se ha dado el caso de que han ocurrido los abusos sexuales, los restos de ella tienen que estar allí y se sabrá si pasó».